Sunday, October 2
World Communion Sunday
World Fellowship
1 JOHN 1:5-10
But if we walk in the
light, as he is in the light, we have fellowship with one another
1 John 1.7a
I propose that we reflect upon the celebration of the Day of World
Communion. It is celebrated the first
Sunday in October, and it is one of the most important celebrations of the
Universal Church. The Lord’s Supper and baptism are the two sacraments
celebrated by the majority of Protestant churches, because they were ordained
by Jesus.
The term Communion refers to
our intimacy with God and to our fellowship with one another, when we share the
elements of bread and wine around a table. It is also known as ‘Eucharist’
(from the Greek, “action of giving thanks”), which refers to the enjoyment of a
celebration.
From the beginnings of the Church, the Lord’s Supper has been celebrated
regularly. The people would bring their
bread and their wine from home to share at the Lord’s Table. The Scriptures
were read and the gospel was proclaimed. Preaching presents the Word of God in
Jesus Christ, the same person who, as John Calvin said, was actually present in
the breaking of the bread and in the shared drinking of the wine. The elements
of bread and wine are common elements. There is nothing neither special nor
magical in them. What makes them special and relevant is that the people of God
recognize them as a steadfastness of self-devotion to God’s love in Jesus Christ.
In the act of breaking bread, and of pouring wine, and of sharing, Christ makes
himself present.
By participating in the Lord’s Supper, the worshippers become
co-participants in the history of God’s salvation. What took place many years
ago becomes today’s reality, in the same way that the resurrected Christ’s
presence is in the sacrament today in order to redeem the people of God, who
are scattered all over the world, and equally includes all human beings.
Prayer: Today we
once again become participants in your body and your blood. Inspire our lives
in the grace of your Holy Spirit so that we may be faithful examples of you,
our Jesus. Amen.
translation by
Elisa Menocal
Domingo de Comunión
Mundial
LA COMUNIÓN
MUNDIAL
1 JUAN 1:5-10
Pero si
andamos en luz, como él está en la luz,
tenemos
comunión unos con otros
1 Juan 1.7a
Les propongo que reflexionemos sobre esta
celebración: el Día de Comunión Mundial. Se
celebra el primer domingo de octubre,
la cual es una de las festividades más importantes de la Iglesia
Universal. La cena del Señor y el bautismo
son los dos sacramentos celebrados por la mayoría de las iglesias
protestantes, porque fueron ordenados por Jesús.
El término Comunión
se refiere a nuestra intimidad con Dios y a nuestra confraternidad de los
unos con los otros, cuando compartimos los elementos de pan y vino, alrededor
de la mesa. También se conoce como 'Eucaristía' (del idioma griego,
"acción de gracias"), que se refiere al gozo de la celebración.
Desde el
comienzo de la iglesia, la cena del Señor se celebraba regularmente. El pueblo
traía su pan y su vino de las casas para compartir en la mesa del Señor. Las
Escrituras se leían y el evangelio era proclamado. La predicación presenta la
Palabra de Dios en Jesucristo, la misma persona que -al decir de Juan Calvino-
estaba realmente presente en el rompimiento del pan y en el compartir del vino.
Los
elementos del pan y del vino son elementos comunes. No existe nada de especial
ni mágico en ellos. Lo que los hacen especiales y de relevancia es que el
pueblo de Dios los reconoce como constancia de la auto entrega del amor de Dios
en Jesucristo. En los actos del rompimiento del pan, del vertimiento del vino,
y del compartir, Cristo se hace presente.
Participando
en la cena del Señor los/as adoradores/as se hacen copartícipes de la historia
de la salvación de Dios. Lo que ocurrió hace muchos años, se hace realidad hoy,
de la misma forma que está presente hoy el Cristo resucitado en el sacramento
para redimir al pueblo de Dios, que está esparcido por todo el mundo y que
incluye a todos los seres humanos por igual.
Oración: Hoy participamos una vez más de tu cuerpo y tu sangre. Inspira
nuestras vidas en la gracia de tu Santo Espíritu para que seamos fieles
ejemplos tuyos, Jesús nuestro. Amén.
No comments:
Post a Comment