Wednesday, November 30, 2016

Wednesday November 30 GIGES' RING PSALM 119

Wednesday November 30
GIGES' RING
PSALM 119

Happy are those who keep his decrees,
who seek him with their whole heart
Psalm 119:2

Plato, in the second volume of the Republic tells us the story of Giges, a peasant who finds a ring which gave him the ability to become invisible. Thus, a man who, until that moment was a just man, having seen the possibility of being beyond reach of the law on account of his invisibility, committed great outrages. Invisibility allowed him to kill the king and take his place. With that story, Plato highlighted the innate injustice of human beings were they able to act without the restrictions of law.

In the gospel we find our own “ring of Giges,” the key to acting without restrictions and in complete freedom. However, far from encouraging us to sin, this possibility should foster the strongest bonds: honesty, sincerity, prophetic daring, altruism . . . .  God created us in his image and likeness, and I refuse to believe that such a nature should bring with it only selfish and wicked fruits.

Although the Word reminds us constantly that we are not perfect, it also strengthens in us the possibility for repentance, for renewal, and for pardon. And with that it also reminds us of God’s closeness when we follow the light of his son Jesus. Let’s act naturally and without fear of retribution, so that this sincerity may let us draw nearer to our neighbor and to God.


Prayer: Lord, I am in your hands. Allow me to act according to your will, not from fear of your punishment, but with love and eternal gratitude for the birth of your Son among us. Amen.

Translated by John Potter

El anillo de Giges
Salmo 119

Dichosos los que guardan sus estatutos
y de todo corazón lo buscan.
Salmo 119:2

Platón, en el segundo libro de la República, nos narra la historia de Giges, un campesino que encuentra un anillo que le concede la cualidad de hacerse invisible. Así, un hombre hasta el momento justo, al verse con la posibilidad de estar al margen de la ley por su invisibilidad incurre en grandes atropellos que le permitieron matar a su rey y tomar su lugar. Con esta historia Platón resaltaría la naturaleza injusta de los seres humanos si pudieran actuar sin la censura de las leyes.
Nosotros encontramos en el evangelio nuestro “anillo de Giges”, la clave para actuar sin censuras y con completa libertad. Sin embargo esta posibilidad lejos de animarnos a pecar debería promover los más genuinos valores: la honestidad, la sinceridad, la osadía profética, el altruismo… Dios nos creó a su imagen y semejanza y me resisto a pensar que tal naturaleza traiga consigo sólo frutos egoístas y malvados.
Si bien la Palabra nos recuerda constantemente que no somos perfectos, también afianza en nosotros la capacidad de arrepentimiento, de renovación, de perdón. Y con esto, también la cercanía a Dios a través del seguimiento de la luz de su hijo Jesús. Actuemos naturalmente y no por temor a represalias, y que esta sinceridad nos permita acercarnos más a nuestro prójimo y a Dios.


Oración: Señor, estoy en tus manos. Permíteme actuar según tu voluntad, no por temor a tu castigo, sino por amor y agradecimiento eterno ante el nacimiento de tu hijo entre nosotros. Amén.


No comments:

Post a Comment