Friday, May 12
TRIALS TRANSFORMED INTO
TRIUMPHS
2 CORINTHIANS 1:1-11
We felt we had received
the sentence of death.
But this happened that
we might not rely on ourselves but on God…
2 Corinthians 1:9
Some people attempt to find the reason for their
misfortunes in God’s will. Ours is not a cruel God. I believe in a God who
seeks the best for those he loves, and does not test us with all kinds of
sufferings to see how great our faith may be. Nevertheless, I think suffering
and difficult experiences strengthen our faith and teach us to better value life as a divine
gift.
I once had the occasion to read these lines
written by the mother of a small girl who had cerebral damage: “We may have said
that our daughter’s impediment was the
greatest tragedy in our lives if it were not for the fact that through it we came
to know the Lord better…”
When adversity comes don’t be rebellious.
Self-pity, grumbling and bitterness will impede your spiritual understanding,
and will cripple you for the Lord’s service. Conversely, praise, joyful submission,
and a vibrant faith in his loving objectives will stimulate your growth in
grace. If, even during anguish you allow the Lord to expand the capacities of
your soul, the burdens will transform themselves into blessings and the trials
will become triumphs.
Prayer: Merciful God, forgive
us our worries about attaining our goals and not trusting in your guidance or
serving you on our life’s journey. Guide us each day and strengthen us with
your presence. Amen.
Translated by John Walter
LAS PRUEBAS SE TRANSFORMAN EN TRIUNFOS
2 CORINTIOS
1:1-11
Pero tuvimos
en nosotros mismos sentencia de muerte,
para que confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios.
2 Corintios
1:9
Algunas personas intentan
buscar la razón de sus desgracias en la voluntad de Dios. Nuestro Dios, no es
un Dios cruel. Yo creo en un Dios que procura el bien de quienes le ama y no que
nos está probando con toda clase de sufrimientos para ver cuán grande es
nuestra fe. Sin embargo, pienso que el sufrimiento y las experiencias difíciles
nos enseñan a valorar mejor la vida como don divino y fortalecen nuestra fe.
Leí en una ocasión estas líneas
escritas por la madre de una niña que tenía daño cerebral: “Hubiéramos dicho
que el impedimento de nuestra hija era la mayor tragedia en nuestras vidas si
no fuera por el hecho de que a través de ello llegamos a conocer mejor al
Señor...”
Cuando venga la adversidad, no
seas rebelde. La autocompasión, las murmuraciones y la amargura impedirán tu
crecimiento espiritual y te inutilizarán para el servicio del Señor. Por
otra parte, la alabanza, el sometimiento
gozoso y una fe vibrante en sus amantes propósitos, estimularán tu crecimiento
en la gracia. Si permites que el Señor ensanche las capacidades de tu alma, en
medio de la angustia, las cargas se transformarán en bendiciones y las pruebas serán triunfos.
Oración: Dios
misericordioso, perdónanos por estar preocupados en lograr nuestras metas y no
confiar en tu dirección o servirte en el camino. Guíanos cada día y
fortalécenos con tu presencia. Amén.
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