Friday, December 15, 2017

Friday, December 15 THE FIRE OF CONFLICT Genesis 13:5-18

Friday, December 15
THE FIRE OF CONFLICT
GENESIS 13:5-18

So Abram said to Lot,
“let’s not have any quarreling between you and me…”   (NIV)

Genesis 13:8

The conflict was flickering, and it was preparing to ignite a rampaging fire. The flocks of Abram and Lot had grown to the point that the land couldn’t sustain all the animals. Consequently, a
controversy flared up among the pastors that put Abram against Lot. Abram could have let the pastors continue with their disputes, or he could have insisted on his rights as elder and leader of the family. Instead, he demonstrated a great capacity to resolve the conflict. He spoke to Lot humbly; he proposed a feasible solution to him and proved himself to be an agent of peace. He treated Lot with such respect that he permitted him to select abundant and fertile land for himself. The raging fire was extinguished, and all because of Abram’s attitude.

No one is heard when two people speak at the same time, whether it’s discussions between brothers of a church, members of a family, or between a married couple. In consequence there’s no communication. For the conversation to make sense it’s necessary to speak as well as to listen. It seems simple, but it’s not. Listening begins with an attitude. If I decide to believe that every person whom I encounter was created in the image of God, that their thoughts and feelings are important, then I’m willing and able to listen. If I think that the world revolves around me and that my ideas are the only ones that count, then why should I listen to another person? Today we have the capacity to decide if we want only to be heard or to listen.

Prayer: Lord I ask that you help me to deal with conflicts with humility. Help me to see that every person is valuable, and merits being heard. Amen.

Translation by John Walter


EL FUEGO DEL CONFLICTO
GENESIS 13:5-18

Entonces Abram dijo a Lot:
No haya ahora altercado entre nosotros dos…
Génesis 13:8
El conflicto estaba titilando y se preparaba para encender un fuego arrasador. Los rebaños de Abram y Lot habían crecido tanto que la tierra no podía sustentar a todos los animales. Como consecuencia, estalló una controversia entre los pastores, que puso a Abram frente a Lot. Abram pudo haber permitido que los pastores siguieran con sus disputas, o pudo haber insistido en sus derechos como mayor de edad y líder de la familia. En cambio, demostró una gran capacidad para resolver el conflicto. Le habló a Lot humildemente, le propuso una solución factible y resolvió ser un agente de paz. Trató a Lot con tanto respeto, que le permitió elegir la tierra abundante y fértil para sí. El fuego arrasador se extinguió y todo por la actitud de Abram.

Cuando dos personas hablan al mismo tiempo, ya sea en discusiones entre hermanos de la iglesia, miembros de la familia o entre una pareja de casados, nadie está escuchado. En consecuencia, no hay comunicación. Para que la conversación tenga sentido, es necesario tanto hablar como escuchar. Parece simple, pero no lo es. Escuchar comienza con una actitud. Si decido creer que cada persona con quien me encuentro fue creada a la imagen de Dios, que sus pensamientos y sentimientos son importantes, entonces estoy dispuesto a escuchar. Si pienso que el mundo gira alrededor de mí y que mis ideas son las únicas que cuentan ¿Por qué debería escuchar a otra persona? Hoy tenemos la capacidad de decidir si queremos solo ser escuchados o escuchar.

Oración: Señor, te pido me ayudes a abordar los conflictos con humidad. Ayúdame a ver que cada persona es valiosa y merece ser escuchada. Amén.




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