Friday, December 15
THE
FIRE OF CONFLICT
GENESIS
13:5-18
So
Abram said to Lot,
“let’s
not have any quarreling between you and me…”
(NIV)
Genesis
13:8
The
conflict was flickering, and it was preparing to ignite a rampaging fire. The
flocks of Abram and Lot had grown to the point that the land couldn’t sustain
all the animals. Consequently, a
controversy
flared up among the pastors that put Abram against Lot. Abram could have let
the pastors continue with their disputes, or he could have insisted on his rights
as elder and leader of the family. Instead, he demonstrated a great capacity to
resolve the conflict. He spoke to Lot humbly; he proposed a feasible solution
to him and proved himself to be an agent of peace. He treated Lot with such
respect that he permitted him to select abundant and fertile land for himself.
The raging fire was extinguished, and all because of Abram’s attitude.
No
one is heard when two people speak at the same time, whether it’s discussions
between brothers of a church, members of a family, or between a married couple.
In consequence there’s no communication. For the conversation to make sense
it’s necessary to speak as well as to listen. It seems simple, but it’s not.
Listening begins with an attitude. If I decide to believe that every person whom
I encounter was created in the image of God, that their thoughts and feelings are
important, then I’m willing and able to listen. If I think that the world
revolves around me and that my ideas are the only ones that count, then why
should I listen to another person? Today we have the capacity to decide if we
want only to be heard or to listen.
Prayer: Lord I ask that you
help me to deal with conflicts with humility. Help me to see that every person
is valuable, and merits being heard. Amen.
Translation by John Walter
EL FUEGO DEL CONFLICTO
GENESIS 13:5-18
Entonces Abram dijo a Lot:
No haya ahora altercado entre nosotros dos…
Génesis 13:8
El conflicto estaba titilando y se preparaba para encender un fuego
arrasador. Los rebaños de Abram y Lot habían crecido tanto que la tierra no
podía sustentar a todos los animales. Como consecuencia, estalló una
controversia entre los pastores, que puso a Abram frente a Lot. Abram pudo
haber permitido que los pastores siguieran con sus disputas, o pudo haber
insistido en sus derechos como mayor de edad y líder de la familia. En cambio,
demostró una gran capacidad para resolver el conflicto. Le habló a Lot humildemente,
le propuso una solución factible y resolvió ser un agente de paz. Trató a Lot
con tanto respeto, que le permitió elegir la tierra abundante y fértil para sí.
El fuego arrasador se extinguió y todo por la actitud de Abram.
Cuando dos personas hablan al mismo tiempo, ya sea en discusiones entre
hermanos de la iglesia, miembros de la familia o entre una pareja de casados,
nadie está escuchado. En consecuencia, no hay comunicación. Para que la
conversación tenga sentido, es necesario tanto hablar como escuchar. Parece
simple, pero no lo es. Escuchar comienza con una actitud. Si decido creer que
cada persona con quien me encuentro fue creada a la imagen de Dios, que sus
pensamientos y sentimientos son importantes, entonces estoy dispuesto a escuchar.
Si pienso que el mundo gira alrededor de mí y que mis ideas son las únicas que
cuentan ¿Por qué debería escuchar a otra persona? Hoy tenemos la capacidad de
decidir si queremos solo ser escuchados o escuchar.
Oración: Señor, te pido me ayudes a abordar los
conflictos con humidad. Ayúdame a ver que cada persona es valiosa y merece ser
escuchada. Amén.
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