Thursday,
December 28
LET US NOT BE AFRAID
ISAIAH 40:28-31
He gives strength to
the weary
and increases the power
of the weak. (NIV)
Isaiah 40:29
Power and strength
evolve from silence. It has been said that power is obtained from silence for
every worldly need.
We should never feel
that we lack strength or power in any situation. Our power and strength are
renewed by waiting for the Lord in the silence of prayer.
God’s strength is our
inexhaustible strength, always being renewed.
We feel strengthened
emotionally, and our heart is filled with courage. We feel physically
strengthened and our life and energy are restored. We feel spiritually
strengthened and our faith increases.
We trust in God’s help
and are certain of his goodness and eternal love. We are strengthened with all
power; we have conquering power, so we feel strong, free, and unafraid.
Mary and Joseph could
welcome Jesus, the son of God, because they were not overcome by fatigue and
relied on the hope of God. Let us always remember that God multiplies our
strength.
Prayer: My God, thank you for
your unconditional help. Thank you for your eternal love. Amen.
Translation by George Meek
NO
TENGAMOS MIEDO
ISAÍAS
40:28-31
Él da
esfuerzo al cansado,
y
multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna
Isaías
40:29
El poder y la
fortaleza se originan en el silencio. Se ha dicho que se recibe poder en el
silencio para toda necesidad terrenal.
Nunca debemos
sentir que nos falta fortaleza, nunca debemos sentirnos sin poder en alguna
situación. Nuestro poder y fortaleza se renuevan al esperar al Señor en el
silencio de la oración.
La fortaleza de
Dios es nuestra fortaleza inagotable, siempre renovándose.
Nos sentimos
fortalecidos emocionalmente y nuestro corazón se llena de valor. Nos sentimos
fortalecidos físicamente y nuestra vida y nuestra energía se renuevan. Nos
sentimos fortalecidos espiritualmente y nuestra fe aumenta.
Confiamos en la
ayuda de Dios y estamos seguros de su bondad y de su amor eterno. Estamos
fortalecidos con todo poder, tenemos poder vencedor, por eso nos sentimos fuertes,
libres y no tenemos miedo.
María y José
pudieron acoger a Jesús, el Hijo de Dios, porque no se dejaron vencer por el
cansancio y acunaron la esperanza de Dios. Recordemos siempre que en Dios,
nuestras fuerzas se multiplican.
Oración: Mi
Dios, gracias por tu ayuda incondicional. Gracias por tu eterno amor. Amén.
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