TUESDAY, AUGUST 8
Keep Jesus Close to you
Matthew 14: 22-36
“Come,” he said. Then Peter got down out of the boat, walked on the water and came toward Jesus..
Matthew 14:29 NIV
There are situations that come into our lives without warning, without having crossed our minds. Very happy moments, unexpected, and others a bit complicated. Sometimes we react with selfish attitudes and we try to shelter in a corner, or embarking in another direction, where we are supported and reinforce our decision, where there are no strong winds. There we find peaceful tranquility, but the floor is still wet, and the comfort zone becomes small. Then, when the wind picks up, we are filled with fear, our sight becomes cloudy, we see the lightning in the sky and with it, some ghost.
Confidence and courage return to us when we hear the friendly voice of one who extends his hand in the midst of the storm. Then we throw ourselves into the encounter with determination, with all our burdens, we jump into the sea, like Peter.
Lord, save me, said Peter in his distress, Jesus took him safely into the boat, and calm came over the whole place.
Prayer: Beloved Lord, never be absent from our boat, help us to recognize when we fail in our attitudes and to count on you always. Amen.
Translation by Pat Metcalf
MARTES, 8 DE AGOSTO
A Jesús tenlo cerca
Mateo 14: 22-36
Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
Mateo 14:29
Hay situaciones que llegan a nuestra vida sin avisar, sin que nos hayan pasado por la mente. Momentos muy felices, inesperados, y otros un tanto complicados. A veces reaccionamos con actitudes egoístas y pretendemos resguardarnos en un rincón, o embarcándonos en otra dirección, donde nos apoyen y refuercen nuestra decisión, donde no existen vientos fuertes. Alli encontramos una tranquilidad apacible, pero el piso sigue mojado, y la zona confortable se vuelve pequeña. Entonces cuando el viento arrecia, nos llenamos de temor, nuestra vista se nubla, vemos los relámpagos en el cielo y con ellos, algún fantasma.
La confianza y el valor regresan a nosotros cuando escuchamos la voz amiga de uno que extiende su mano en medio de la tormenta, ahí nos lanzamos al encuentro con decisión, con todas nuestras cargas, saltamos al mar, como Pedro.
Señor, sálvame dijo Pedro en su angustia, Jesús lo llevo a salvo a la barca, y la calma sobrevino en todo el lugar.
Oración: Amado Señor, nunca faltes en nuestra barca, ayúdanos a reconocer cuando fallamos en nuestras actitudes y a contar contigo siempre. Amén.
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