Tuesday, June 16
THE BIRTH
OF A PRAYER HOUSE
ROMANS 10
but how are they to
call on one in whom they have not believed?
And how are they to believe in one
whom they have not heard?
Romans 10: 14
I’ve lived in a special neighborhood dwelling for four years now. It’s like a large single-family house in which each apartment forms part of an
immense mansion. Its residents, like all families, have differences at times,
but come together when necessary. I’ve always wondered, how could I speak to my
kindhearted and genial neighbors of Jesus and the Gospels, since they knew
nothing of either?
In addition to giving faithful testimony, in speaking to them
I always used expressions confirming my faith and my trust in the Lord. One day
a neighbor was taken ill and I called on her. We became friendlier, and our
conversations became more frequent. Jesus’ name wasn’t brought up until one day
the woman expressed curiosity to know something of my “religion,” and asked if
I could start up a little school in order to teach her. That’s how a prayer house came to be in my
home, which nearly all the neighbors on the block attend. Its name is Renacer de la Hata. It’s a blessing for
our group, and I give thanks to God for entering into the homes of my
neighborhood.
Prayer: Thank you Lord for
letting me be the messenger of your word. Bless my neighbors and strengthen
their faith. Amen.
Translation by John Walter
NACIMIENTO DE UNA CASA DE ORACIÓN
ROMANOS 10
Ahora bien ¿Cómo invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en
aquel de quien no han oído?
¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?
Romanos 10:14
Hace cuatro años que vivo en una barriada especial, es como una gran casa de familia en
la que cada domicilio forma parte de una inmensa mansión. Sus residentes, como
en las familias, a veces tienen
diferencias, pero cuando es necesario se unen. Siempre pensé, ¿cómo
podría hablarles de Jesús a mis vecinos, que
son bondadosos, amables, pero sin
conocimiento de Cristo o del evangelio?
Siempre utilizaba expresiones al hablar que confirmaban mi fe, mi confianza en El Señor, además de intentar
dar un buen testimonio. Pero, en una ocasión,
una vecina presentó problemas de salud
y la atendí. Se estrechó mi relación con
ella y mis conversaciones se hicieron más frecuentes. El nombre de Jesucristo nunca
estaba presente; hasta que un día la
señora me dijo que sentía curiosidad por conocer de mi “religión,” y si yo
podía hacer una “escuelita” para aprender. Así comenzó una casa de oración en
mi hogar, a la que asisten casi todos los vecinos de la cuadra, y tiene por
nombre: “Renacer de la Hata”. Es una bendición para el lugar, y doy gracias a Dios por entrar en los hogares
de mi barrio.
Oración: Gracias señor por permitirme ser mensajera de tu palabra, bendice a mis
vecinos y fortaléceles en la fe. Amén.
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