Tuesday, June 2
Anniversary of the Presbyterian Reformed Church in Placetas
IN PURSUIT OF THE MASTER
MARK 8: 31-38
…He said to them, if
anyone wishes to come after me,
he must deny
himself and take up his cross and follow me. Mark 8: 34
Anyone would say that such
a proposal was approaching true craziness. Later, the Apostle Paul qualified craziness as the Gospel of Jesus Christ
itself. Nevertheless, this negation of the self, the egotistical I which makes us insensible or even evil
- in the context of a sense of community or of love and justice - is what makes
Jesus’ exhortation and example transcendent in history. The Spirit of God would
have gestures of devotion, generosity, service and altruism as the signs of our
Lord’s instruction; and thus it was that the manifestation of the kingdom of
God, supposedly an ideal less than “logical,” burst into history. What moved
the world in Jesus’ or even our own day wasn’t promises of power and riches; it
was the vocation of taking up our cross, that which weighs heavily upon us,
makes us afraid, which tortures us even unto death, and thusly burdened to go
in pursuit of Jesus.
Let us not distort the Gospel of Jesus Christ by making our
lives a constant race in pursuit of our own well-being or pleasure. Let us surrender,
as Jesus did, in service and saintliness to God, to mark a true difference in
history, to live in communion with our neighbor and all creation, which is to
live in communion with God. This is the true meaning of a spiritual life.
Prayer: Blessed God, you
challenge us to live differently, changed according to your will through Jesus.
Help us to carry our crosses, to respond to Jesus’ call, and to follow him. Amen.
Translation by John Walter
Aniversario de la IPR de Placetas
En pos del Maestro
Marcos 8:31-38
… les dijo: si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Marcos 8:34
Cualquiera diría que resulta una verdadera locura
presentar así una propuesta de proyecto de vida. Más tarde el apóstol Pablo calificó
así, de locura, el evangelio de Jesucristo. Sin embargo, esa negación
del yo egoísta que nos hace insensibles y hasta malvados, para dar lugar a un
sentido de comunidad de amor y justicia, es lo que hizo de la prédica y ejemplo
de Jesús algo trascendente en la historia. Quiso el Espíritu de Dios que fueran
gestos de entrega, desprendimiento, donación, servicio, altruismo… los que
marcaran las enseñanzas de nuestro Maestro. Y así, supuestamente de la manera
menos “lógica”, fue como el reino de Dios irrumpió en la historia. No fueron
promesas de poder ni riquezas las que movieron al mundo en tiempos de Jesús ni
hoy en día, fue la vocación a tomar nuestras cruces, aquello que nos pesa, que
nos provoca miedo, que nos tortura quizás hasta la muerte… cargar con todo eso
e ir en pos de Jesús. No falseemos el evangelio de Jesucristo haciendo de
nuestra vida una constante carrera por el bienestar y el placer. Entreguémonos
como Jesús en servicio y santidad a Dios para marcar una verdadera diferencia
en la historia, para vivir en comunión con nuestro prójimo y con toda la
creación, que es vivir en comunión con Dios. Este es el verdadero sentido de
una vida espiritual.
Oración: Dios bendito, tú nos desafías a vivir de una manera diferente, cambiada
según tu voluntad a través de Jesús. Ayúdanos a llevar nuestras propias cruces,
y a responder al llamado de Jesús y seguirle. Amén.
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