Wednesday, June 24
EGO’S SNARE
PROVERBS 18:1-2
Human pride is the
portent of ruin; humility is a prelude to glory.
Proverbs 18:2
Once there was a scientist who discovered the art of cloning himself
so perfectly that it was impossible to distinguish the original from the reproduction.
One day he found out that the angel of death was looking for him, so he made
twelve copies of himself.
The angel did not know how to tell which of the thirteen copies before
him was that of the scientist, and departed disappointed on not being able to
complete his mission. But later an ingenious strategy occurred to him. He
returned to the scientist and said, “Sir, you must be a genius to have
succeeded in propagating such perfect reproductions of yourself. Nevertheless,
I have discovered your work has a defect, a single minute defect.”
The scientist startled and shouted, “Impossible! Where is the
defect?”
“Right there,” responded the angel, while selecting the
scientist from among his reproductions and preparing to carry him away with
him. “All that is missing in order to discover the ego is a word of praise or
criticism.”
Prayer: Our God, help us to combat
our ego in such a way that we may neither be proud nor susceptible to adulation
or criticism. May we cultivate humility and a clear heart in the gardens of our
lives. In Jesus’ name, Amen.
Translation by John Walter
La trampa del ego
Proverbios 18:1-2
El orgullo humano es presagio del fracaso;
la humildad es preludio de la gloria.
Proverbios 18:2
Había una vez un científico que descubrió el arte de
reproducirse a sí mismo tan perfectamente que resultaba imposible distinguir el
original de la reproducción. Un día se enteró que lo estaba buscando el ángel
de la muerte, entonces hizo doce copias de sí mismo.
El ángel no sabía cómo averiguar cuál de los trece ejemplares que tenía
ante sí era el científico, así que no pudo cumplir su misión y regresó
decepcionado. Pero, más tarde, se le ocurrió una ingeniosa estrategia. Regresó
y dijo: debe ser usted un genio, señor, para haber logrado tan perfectas
reproducciones de sí mismo. Sin embargo he descubierto que su obra tiene un
defecto; un único y minúsculo defecto.
El científico pegó un salto y gritó: ¡Imposible! ¿Dónde está el defecto?
Justamente aquí, respondió el ángel mientras tomaba al científico de entre
sus reproducciones y se lo llevaba consigo.
Todo lo que hace falta para descubrir al ego, es una palabra de adulación o
de crítica.
Oración: Dios nuestro, ayúdanos a lidiar con nuestro ego de
modo que no seamos ni orgullosos, ni susceptibles ante las frases aduladoras o
las críticas. Permite que podamos cultivar siempre en nuestras vidas la
humildad y la sencillez. En el nombre de Jesús. Amén
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