Thursday, March 24
maundy thursday
DEFENDING THE WRONG POWER
JOHn 18:19-24
“When Jesus said this,
one of the officials nearby struck his face. ‘Is this the way you answer the
high priest?’ he demanded.”
John 18:22
Today we encounter a character
that is barely mentioned in the reflections concerning our Lord’s suffering:
the bailiff to Annas, the high priest. When Jesus was interrogated about his
preaching and his doctrines, he replied with precise and irreverent words to
the power represented in Annas: “…Why question me? Ask those who heard me. Surely they know what
I said.” This is the reply that
unleashed the gesture of violence in the bailiff who, without giving it a
second thought, struck the Teacher in the face.
Instead of judging this man, it would be more appropriate to judge
ourselves when we incur attitudes such as his. The “instinctive” slap across
the face that the bailiff gives Jesus symbolically reminds us of the moment in
which we side with the unjust powers of this world. We are that bailiff when,
knowing that a child is right, we ignore humility and simplicity and unjustly exercise
our authority; we are that bailiff when we do not defend just causes in order
to gain material or relational privileges.
We are that bailiff when we favor and even adulate the person who
supposedly has the most to grant us later in return.
May this Holy Week serve
to renew our favoritism towards the power that heals and restores. Let us not fall into the same trap as Annas’s
bailiff: in support of a power representative of hate and death.
Prayer: Thank you, God, because through Jesus you showed us that the true pathway
is that of justice and of peace. Thank
you for teaching us what should be the true power to exercise in the
world: the power of love. Amen.
Jueves
Santo
defendiendo al poder equivocado
Juan 18:19-24
“Cuando
Jesús hubo dicho esto, uno de los alguaciles,
que
estaba allí, le dio una bofetada, diciendo:
¿Así
respondes al sumo sacerdote?”
Juan
18:22
Nos
encontramos hoy con un personaje apenas mencionado en las reflexiones acerca de
la pasión de nuestro Señor: el alguacil sirviente de Anás, el sacerdote. Al
Jesús ser interrogado acerca de sus prédicas y doctrinas, responde con palabras
precisas e irreverentes al poder representado en Anás: …“¿por qué me preguntas
a mí? pregunta a los que han oído, qué yo les haya hablado, he aquí ellos saben
lo que yo he dicho”. Es esta respuesta la que desata el gesto de violencia en
el alguacil que, sin pensarlo dos veces, abofetea al Maestro. Más apropiado que
juzgar a este hombre, sería juzgarnos a nosotros mismos cuando incurrimos en
actitudes como la suya. La bofetada “instintiva” que le propina el alguacil a
Jesús, nos recuerda simbólicamente el momento en que nos parcializamos a favor
de los poderes injustos de este mundo. Somos aquel alguacil cuando, sabiendo
con razón a algún pequeñito, obviamos la humildad y la sencillez y hacemos
cumplir nuestra voluntad; somos aquel alguacil cuando por ganar privilegios
materiales o de relaciones no defendemos las justas causas. Somos aquel
alguacil cuando nos parcializamos y hasta adulamos al que más tiene para
obtener luego, supuestamente, su favor. Que esta Semana Santa sirva para
renovar nuestros votos a favor del poder que sana y restaura. No caigamos en la
trampa en que cayó el alguacil de Anás: apoyar a un poder que representaba el
odio y la muerte.
Oración: Gracias Dios, porque a
través de Jesús nos mostraste que el verdadero camino es el de la justicia y la
paz. Gracias por enseñarnos cuál debe ser el verdadero poder a vivir en el
mundo: el poder de amar. Amén.
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