Tuesday, March 22
THE CROSS
MATTHEW 16:21-28
“Then Jesus said to his disciples, ‘If anyone
would come after me, he must deny himself and take up his cross and follow me.’”
Matthew 16:24
A young man who was dealing with many problems
fell into a deep sleep while he was praying.
He sees God, and says to Him: “Lord, I can’t go on. My cross is too
heavy to bear.” The Lord brings him
before an angel who says to him: “Young man, if you cannot bear the weight of
your cross, you can leave it inside that room you see over there. Then choose from among all the other crosses
in there the one which best suits you.” The young man sighed with relief and did what
the angel had told him. He entered the room and placed his cross inside it. He kept
looking around the room for a cross that would be easier to bear. He saw many
and tried out all sorts of crosses. Some were too heavy; others were so small
that they seemed too easy to carry. He
kept walking until he saw a cross that he thought was perfect; not too light
and not too heavy. With a bit of effort, he picked it up and told the angel:
“Angel, I would like to take this one.” The angel started to say something
excitedly, but the Lord said to the young man: “Son, you made a good choice.” The young man left filled with joy. The angel said to God: “But, Lord, the young
man took back the same cross he’d brought here.”
When life’s problems seem overwhelming to us, it
is always useful to look around ourselves and to see the things other people
are facing. We should be joyful and thankful because we know that the Lord will
not give us more than what we are able to bear, and that even with our burdens,
His arms will be around our lives to help us to carry them. Whatever your cross
may be, whatever your pain may be, the sun will always shine after the storm.
Prayer: Lord, I ask you today to
remain with me in the midst of the problems that consume my energy and my
spirit. Help me to see a reason to
worship you within everything. Amen.
LA CRUZ
MATEO 16:21-28
“Entonces Jesús dijo a sus
discípulos: Si alguno quiere venir
en pos de mí, niéguese a sí
mismo, y tome su cruz y sígame”
Mateo16:24
Un joven que afrontaba muchos
problemas, mientras oraba cayó en un profundo sueño. Ve a Dios, y le dice:
“Señor, no puedo seguir, mi cruz es muy pesada” El Señor lo lleva ante un ángel
que le dice: “Joven, si no puedes llevar el peso de tu cruz, puedes guardarla
dentro de esa habitación que ves ahí. Después escoge entre todas las demás
cruces que ahí se encuentran, la que más te acomode” El joven suspiró aliviado
e hizo lo que el ángel le había dicho. Entró a la habitación y entregó allí su
cruz. Continuó su recorrido buscando en la habitación alguna cruz que le fuera
más cómoda de llevar. Vio muchas y probó toda clase de cruces. Algunas eran muy
pesadas, otras tan pequeñas que parecían muy fáciles de sobrellevar. Siguió
caminando hasta que vio una cruz que, pensó, era perfecta, era ligera, y
pesaba, pero no demasiado. Así que, con un poco de esfuerzo se la acomodó y le
dijo al ángel: “Ángel, quisiera esta”. El ángel empezó a exclamar algunas
palabras, pero el Señor le dijo al joven: “Hijo, hiciste una buena elección”
El joven se retiró lleno de alegría. El ángel le dijo a Dios: “Pero Señor, el
joven se llevó la misma cruz con la que llegó aquí”. Cuando los problemas de la
vida nos parecen abrumadores, siempre es útil mirar a nuestro alrededor y ver
las cosas con las que se enfrentan los demás. Debemos estar gozosos y agradecidos porque sabemos que el Señor no
nos va a dar más carga que la que
podemos llevar, y aun con nuestras cargas, sus brazos estarán alrededor de nuestra vida para ayudarnos a llevarla.
Cualquiera que sea tu cruz, cualquiera que sea tu dolor, siempre brillará el
sol después de una tormenta.
Oración: Señor, hoy te pido que te quedes conmigo en medio de los problemas que consumen mi fuerza
y mi espíritu. Ayúdame a ver en todo una
razón para adorarte. Amén.
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