Monday, June 6
WHAT IS TRULY URGENT
EPHESIANS 5: 6-17
“… making the most of every
opportunity
because the days are evil.”
Ephesians 5:16
Urgent is a word with
which we live day to day in our hectic lives and one which has already lost all
sense of haste and priority. Urgent has become a rhythm of life, a way of
“getting through” life. Urgent is the poorest manner of living in this world,
because in the day we’re living we leave the truly urgent things
unresolved.
Perhaps if we daily asked
ourselves when we leave home to resolve our issues what the most “urgent” thing
for us was we’d say: “I have to take care of the paperwork for my house, or for
my trip.”; “I have to find food to feed my family.”; “Today I need to work to
make some extra money for my kids.” And this isn’t bad; but at times it’s more
urgent that we pause in our busy lives and for an instant we ask ourselves: “Why
am I doing all this?”
Urgent is when you
stop and see …how great you are! Urgent is when you’re walking along the
street, raise your eyes, turn and look all around you. Observe the sky, the
trees, the birds, and the people! Becoming
more human is urgent, and more brotherly! Urgent is knowing how to value the
time a child asks of us. Urgent is rising early to watch the sun come up and
feeling its warmth and giving thanks to God for such a great gift.
Urgent is feeling alive – in body and soul!
Urgent is seeing your arms, your legs, your body, your intelligence, and
veritably vibrating with life!
Urgent is taking a moment during your work,
going outside and breathing deeply and feeling how the air fills your lungs and
-- you’re alive!
Urgent is telling people you love them, how
much you love them today, not waiting until tomorrow.
Urgent…is not allowing life to pass you by
like a gust of wind, so that when you look back, you don’t see an old man who
cannot turn back the clock…
Prayer: Thank you, Lord,
for the multiple blessings you give us daily and that we overlook, but that without which, we could not live.
Thank you for your eternal company, for your mercy, and for your love for us,
your sinful children. Amen.
Translated by John Walter
LO QUE ES
URGENTE
EFESIOS
5: 6-17
“… aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos”
Efesios 5:16
Urgente
es una palabra con la que vivimos día a día en nuestra agitada vida y a la cual
le hemos perdido ya todo significado de premura y prioridad. Urgente es ya un ritmo de vida... una forma de
"pasar" la vida. Urgente es la manera más pobre de vivir sobre este
mundo porque, el día que nos vamos, dejamos pendientes las cosas que
verdaderamente fueron urgentes. Quizás si nos preguntaran a diario cuando
salimos a la calle a resolver nuestros asuntos, que cosa es para nosotros
“urgente” en ese día diríamos: “Hoy tengo que ir a resolver los papeles de mi
casa, o de mi viaje; “Tengo que buscar
la comida de mi familia”; “Tengo que trabajar para buscar un dinero extra para
mis hijos”. Y eso no está mal. Pero a
veces es más urgente que hagas un alto en tu ajetreada vida y por un
instante, te preguntes: ¿Qué significado tiene todo esto que hago?
Urgente
es que te detengas y veas... ¡cuán grande eres!
Urgente
es que cuando camines por la calle, levantes la vista, voltees y mires a tu
alrededor; observa el cielo, los árboles, las aves... ¡a la gente! Urgente es que
seamos más humanos... ¡más hermanos!
Urgente
es que sepamos valorar el tiempo que nos pide un niño.
Urgente
es que una mañana, te levantes temprano y veas salir el sol, sientas su calor y
des gracias a Dios por tan grande regalo.
Urgente
es que te sientas vivo... ¡en cuerpo y alma! Urgente es que veas tus brazos,
tus piernas, tu cuerpo, tu inteligencia, y de verdad ¡vibres con la vida!
Urgente
es que te tomes un instante en tu trabajo, salgas y respires profundo, y
sientas cómo el aire llena tus pulmones y... ¡estás vivo!
Urgente
es que le digas a la gente que la quieres, cuánto la amas hoy, y no esperes
hasta mañana.
Urgente…
es que no se te vaya la vida en un soplo y que, cuando mires atrás, no seas ya
un anciano que no puede regresar el tiempo…
Oración: Gracias Señor, por tus múltiples
bendiciones, las que nos das a diario
y que no vemos, pero que sabemos que sin
ellas no podríamos vivir. Gracias por tu eterna compañía, por tu misericordia y
por tu amor hacia nosotros, tus hijos pecadores. Amén.
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