Tuesday, June 7, 2016

Tuesday, June 7 CONFRONTING THE BAD DAYS PSALM 27:1-5

Tuesday, June 7
CONFRONTING THE BAD DAYS
PSALM 27:1-5

The Lord is my light and my salvation,
whom shall I fear?”
Psalm 27:1
It is said that in the life of every person there are good and bad days, and that we should take good advantage of the former, because there will be no escape from the latter.

Upon Reading Psalm 27 we understand that its author saw the bad day coming, but expressed his trust in God, the true strength of life. His faith found in God a refuge symbolized by a place of shelter: the tent or the rock, therefore he was unafraid when thinking about the day of trial.   

In his letter to the Ephesians, Paul evokes that evil day as well. Thus, he stresses the need to be prepared for a confrontation. On the one hand we should be steadfast, and on the other hand we should resist. For that, we need to gird ourselves with all the “armor of God.”

Of all those resources with which God prepares us to confront the evil days, let us especially make good use of reading the Bible, which nourishes our souls, and of prayer, which keeps us in permanent contact with God.

The secret of the believer’s strength is that God is there for him, and that we can approach him at all times. If we take advantage of these resources, then we will find help at the opportune time.

Prayer:  Lord, help me to remember that you are always there for me. You are my rock and my salvation. Speak to me through every moment of daily devotion, whether through the reading of your word or through prayer, and thus prepare me to confront the evil days. Amen.

Translated by John Walter


 PARA ENFRENTAR LOS DÍAS  MALOS
SALMO 27:1-5

El Señor es la fortaleza de mi vida;
¿de quién he de atemorizarme?”
Salmo 27: 1

Se dice que en la vida de toda persona existen días buenos y días malos, que es necesario aprovechar al máximo los primeros, pues no se podrá escapar a los segundos.
Al leer el Salmo 27 comprendemos que  su autor, veía venir el día malo, pero expresaba su confianza en Dios, la verdadera fortaleza de la vida. Su fe encontraba en Dios un refugio simbolizado por un lugar de  abrigo: la  tienda o la roca. Por lo tanto, no temía al pensar en el día de la prueba.
Pablo también en la carta a los Efesios evoca ese día malo. De ahí la necesidad  de estar preparados para una confrontación  Por una parte debemos estar firmes y por la otra resistir. Para ello es necesario estar revestidos de toda “armadura de Dios”.
De todos esos recursos con los que Dios nos prepara para hacer frente a los días malos, aprovechemos especialmente la lectura de la Biblia, la cual alimenta nuestra alma; y  la oración que nos mantiene en contacto permanente con Dios.
El secreto de la fuerza del creyente es que Dios está ahí para él y que en todo tiempo puede ponerse en contacto con Él. Si aprovechamos estos recursos, entonces hallaremos el socorro en tiempo oportuno.

Oración:  Señor, ayúdame a recordar que siempre estás ahí para mí. Tú eres mi roca y mi salvación. Permite que en cada momento de devoción diaria, ya sea a través de la lectura de tu palabra o de la oración, tú me hables y me prepares para hacer frente a los días malos. Amén.



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