Monday, November 14
Day of the National Presbyterian
Museum “Blanca R. Ojeda” (Cárdenas)
THE LIGHT
LUKE 1:67-69
Because of the
tender mercy of our God,
by which the rising
sun will come to us from heaven
to shine on those
living in darkness and in the shadow of death,
to guide our feet into the path of peace.
Luke 1:78-79
Every morning I watch for the sunrise because I feel something very
special, an immense gratitude for a precious gift. The sun gives us its heat,
its light. The light is the symbol of a new opportunity to live.
When I feel that light I think of Jesus Christ, who is the light par
excellence. All the darkness and gloom of this world disappears. But we
shouldn’t be complacent in those instances of spiritual fullness. There are
many elderly, children, people who feel alone and abandoned, and others who are
victims of family violence, be it gender or social, whom we should lead toward
that saving light which is Jesus. There are many people in need of justice,
love, and peace who wait for that light.
With the light that God
gifts us – that interior light – He wants to illuminate and guide us so that we
may go throughout the world – our small world which is the community where we
live – so that we might carry light for those who only see sadness, indifference,
physical and spiritual aggressions.
May we let the Lord’s light penetrate into our spirit, illuminate the
way of peace for us, and guide us to be beacons of light that may give life to
those living in shadows.
Prayer: Good Father, give me strength and valor to
bring your light to those around me. Amen.
Translated by John Walter
Día del Museo
Nacional Presbiteriano “Blanca R. Ojeda” (Cárdenas)
LA LUZ
LUCAS 1: 67-79
Porque nuestro Dios, en su gran misericordia,
nos trae de lo alto el sol de un nuevo día,
para dar luz a los que viven en la más profunda
oscuridad,
y dirigir nuestros pasos por el camino de la paz.
Lucas 1:78-79
Cada mañana busco la salida del sol porque siento algo
muy especial, una gratitud inmensa por un regalo precioso. El sol nos regala
calor, su luz. La luz es el símbolo de
una nueva oportunidad de vivir.
Cuando siento esa luz, pienso en Jesucristo que es la luz por excelencia. Toda la
oscuridad y las tinieblas de este mundo desaparecen. Pero no debemos
refugiarnos en esos instantes de plenitud espiritual, hay muchos ancianos,
niños, personas que sienten solos y abandonados, otras que son víctimas de la
violencia familiar, de género o social a
los que debemos llevar hacia esa luz salvadora, que es Jesús. Hay muchas
personas necesitadas de justicia, amor y paz, que esperan por esa luz.
Con la luz que Dios nos regala, esa luz interior, Él
quiere iluminarnos y guiarnos para que vayamos por el mundo, nuestro pequeño
mundo que es la comunidad donde vivimos, para que llevemos luz para quienes
sólo ven las tristezas, indiferencia,
agresiones físicas y espirituales. Dejemos que la luz del Señor penetre en
nuestro espíritu, nos ilumine por el camino de la paz y nos guíe para ser
portadores de luz que de vida a los que viven en tinieblas.
Oración: Padre
bueno, dame fuerza y valor para llevar tu luz a los que me rodean. Amén.
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