Saturday, November 5, 2016

Saturday, November 5 PROLONGED SILENCES PSALM 138:7-8

Saturday, November 5
PROLONGED SILENCES
PSALM 138:7-8

…do not abandon the works of your hands.
Psalm 138:8

Things do not turn out the way you’d hoped.  Desperation inundates your body; your mind understands one thought alone; that which once and again tries to decipher the right way to resolve the many problems that you face and for which you cannot find a solution.

Because there are moments in life when it seems that everything is against you; things go from bad to worse and a desperate question arises in your mind: Where is God?  This is because at times his silence becomes painful.

I know the feeling; we have all been there at that same moment when it feels like God has hidden himself and when you cannot find any responses.

Prolonged silences cause pain at times: the pain of feeling abandoned or forgotten. And yet, even though it may not seem like it, we are not alone.

We do not have an explanation for why God is silent for so long.  But we can be sure that in spite of that prolonged silence of God, He has never abandoned us, and his response will always arrive at the right time.

There are times when we wish his responses came more quickly, and that he would not allow us to suffer so much. But at the same time I understand that if God allows it, it’s because he is working within me.  If everything were so easy, our faith would not be strong.  What truly strengthens our faith is when the answer takes a long time. Let us not stop believing; let us not stop trusting. May God’s silence not be a motive for discouragement. He remains by your side.


Prayer: Lord, when we are confronted by a lack of response, grant that we may not despair or become discouraged.  Help us to hope and to trust in your timing. Amen.

Translation by Elisa Menocal


SILENCIOS PROLONGADOS
SALMO 138:7-8

No me abandones, porque tú me creaste
Salmo 138:8

Las cosas no salen como lo esperabas, una desesperación inunda tu cuerpo, tu mente capta solamente el mismo pensamiento, ese que una y otra vez trata de descifrar  la forma correcta de salir de tantos problemas que enfrentas y no encuentras solución.
Y es que hay momentos en la vida en donde pareciera que todo se pone en tu contra, las cosas se ponen de mal en peor y te surge una pregunta desesperada: ¿Dónde está Dios? Y es que su silencio a veces se hace doloroso.
Sé lo que se siente, todos hemos estado parados allí en ese mismo momento donde  parece  que Dios se ha ocultado y donde no encuentras respuestas.
Los silencios prolongados a veces causan dolor, dolor de sentirse abandonado u olvidado. Sin embargo, aunque no lo parezca, no estamos solos.
No podríamos explicarnos por qué Dios calla por tanto tiempo. Pero de lo que sí podemos  estar seguros es que  a pesar de ese silencio prolongado de Dios, nunca nos ha abandonado, y siempre va a llegar a tiempo.
A veces quisiéramos que sus respuestas fueran más rápidas, y que no nos dejara sufrir tanto;  pero al mismo tiempo entiendo que si Dios así lo permite, es que está trabajando en mí. Si todo fuera tan fácil, nuestra fe no fuera fuerte. Lo que verdaderamente fortalece nuestra fe es el tiempo que tarda la respuesta.  No dejemos de creer, no dejemos de confiar. Que el silencio de Dios no sea motivo de desánimo. Él sigue estando de tu lado


Oración: Señor, no permitas que ante la falta de respuestas, nos desesperemos y nos desanimemos. Ayúdanos a esperar y a confiar en tu tiempo. Amén.



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