Tuesday, November 29
WE HAVE BEEN
CALLED BY GOD
ISAIAH 41:10
You did not choose
me but I chose you.
John 15:16a
Not long ago, a friend in my community told me that for some
time he had it in mind to resign from the job that he had held for a while
because he hadn’t achieved what he had expected, despite the fact that at other
times he considered it his greatest accomplishment.
This situation has become something quite common in our
times. People expect to see great results in what they do; we wish that things
would be different than what they actually are. Ultimately, this makes us
disappointed and leads us to think that we were not called to do this work.
Later, reflecting on this, I perceived that perhaps God,
without that friend’s noticing it, had put him there. Only God knows why. Why
do we doubt our calling? Why turn our backs on it? Why throw in the towel now?
Don’t you see that God himself put you there? Is it because the criticisms hurt
you? Is it because you don’t see the results you want to see? Relax. That’s doesn’t
mean that there aren’t any results.
Friends, God sees in you more than flaws; God sees virtues
which, when dusted off and put to work, will be of great use. I invite you to
reflect and to think of how blessed you are to have been called by God. Never
doubt in that call; on the contrary, feel doubly blessed by having been called
by God to labor in his works. It is God who put you in that place, who believed
in you, who has supported you from that day until now, and who will never
abandon you.
Prayer: Lord, don’t allow apathy, the loss of faith in you and the
small recognition of others to cause us to flag in the work to which you have
called us for yourself. Amen.
Translated by
John Potter
FUIMOS LLAMADOS POR DIOS
ISAIAS 41:10
Ustedes no me eligieron a mí, sino que fui yo
quien los eligió a ustedes.
Juan 15:16a
Me comentaba hace poco un
hermano de mi comunidad que desde hacía
algún tiempo tenía en mente la idea de renunciar al trabajo que venía
realizando desde algún tiempo atrás pues
no había alcanzado los resultados que esperaba, a pesar de que en algún momento
lo consideró como uno de sus mayores logros.
Esta situación se ha
convertido en algo bastante común en nuestros días. La personas esperamos ver
mejores resultados en lo que hacemos, quisiéramos que las cosas fueran diferentes a como lo son
actualmente. Y esto al final nos hace decepcionarnos y pensar que quizás no
fuimos llamados a realizar esta labor.
Reflexionando después me
percaté de que Dios, quizás sin que el mismo lo notara, lo puso ahí. Sólo Él
sabe el por qué. ¿Por qué dudamos de nuestro llamado? ¿Por qué renunciar? ¿Por
qué tirar la toalla ahora? ¿Acaso no ves
que Dios mismo te puso allí? ¿Es porque
te duelen las críticas? ¿Es porque no ves los resultados que tú quisieras ver? Tranquilo. Eso no
quiere decir que no haya ningún resultado.
Hermano y hermana, Dios vio en
ti más allá de los defectos, las virtudes que al ser desempolvadas y puestas en
práctica para su obra, le son de mucha utilidad. Te invito a reflexionar y a
que pienses en lo bendecido que eres de haber sido llamado por Dios. Jamás
dudes de ese llamado, al contrario,
siéntete doblemente bendecido por haber sido llamado por Él a trabajar en su
obra. Él fue quien te puso en ese lugar, quien creyó en ti, quien te ha respaldado hasta el día de hoy y quien no
te abandonará nunca.
Oración: Señor, no permitas que la apatía, la falta de confianza
en ti y el poco reconocimiento de los demás, nos hagan decaer en el trabajo
para el cual fuimos llamados por ti. Amén.
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