Saturday, August 19, 2017

Saturday, August 19 LEARNING FROM THE FIG TREE Matthew 24: 32-35

Saturday, August 19
LEARNING FROM THE FIG TREE
MATTHEW  24: 32-35

 This is because the Lord himself will come down from heaven with the signal
of a shout by the head angel and the blast of a trumpet.
 First, those who are dead in Christ will rise.  

1 Thessalonians 4:16 CEB

Senior citizens will remember these verses of Jose A. Buesa: 
“You will pass through my life, without knowing that you passed.”  And it is true that many times we have passed through different places without knowing that we passed, and the most worrisome thing, without knowing the meaning of our walk.

We remember the curse of the fig tree: to not bear fruit; but now the teacher calls us to notice the branches.  When the green leaves come out in the spring, it is a sign that summer is near.  Our church is a confessional church, and in every liturgy, we reserve time for the creed.  But many times, I say to myself: “Do we even know what we are confessing?” We should tremble when we look at our lives and at what we are confessing.  Are they green branches that announce the hot summer?

At times, our confession is limited to repeating a few words, without noticing what we are saying and the responsibility they imply for our lives. This seems like we are announcing a drought.  It is time to return to the Word and to what it is telling us, and to look back to see if our life is consistent with what we believe.  I hope that we can give visible signs with our daily testimony, of the change that we believe comes with expressing faith in Jesus Christ as Savior.

Prayer:  Our God, help us this day to look for you, and to live according to your will.  Amen.


Translation:  Deborah McEachran

APRENDER DE LA HIGUERA
MATEO  24: 32-35

El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel
y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. 
Entonces los muertos en Cristo resucitarán primero 

1 Tesalonicenses 4:16

Los de la llamada tercera edad recordarán aquellos versos de José A. Buesa: "Pasarás por mi vida, sin saber que pasaste". Y es verdad que muchas veces estamos pasando por diferentes lugares sin saber que pasamos, y lo que es más preocupante, sin saber qué sentido tiene nuestro caminar.

De la higuera recordamos la maldición por no llevar frutos; pero ahora el maestro nos llama la atención sobre las ramas. Cuando brotan sus hojas verdes en la primavera, es señal de que el verano se acerca. La nuestra es una Iglesia confesional, y en cada liturgia reservamos un momento especial para el credo. Pero muchas veces me digo: “¿Acaso sabemos lo que estamos confesando?”. Es para temblar cuando miramos, a nuestra vida, y a lo que estamos confesando. ¿Son ramas verdes que anuncian el cálido verano?

A veces nuestra confesión se limita a un repetir de palabras, sin fijarnos en lo que estamos diciendo y la responsabilidad que entrañan para nuestra vida. Tal parecería que anunciamos sequía. Es hora de volver a la Palabra y a lo que ella nos está diciendo; y revisarnos para ver si nuestra vida es consecuente con lo que creemos. Ojalá que podamos dar señales visibles con nuestro testimonio diario, del cambio que confesamos experimentar al aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador.

Oración: Dios nuestro, ayúdanos en este día a buscarte, y a vivir según tu voluntad. Amén

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