Tuesday,
August 22
THE STORY OF THE HUMMINGBIRD
ROMANS 2:5-11
…eternal life to those who look for glory, honor and
immortality
based on their patient good work.
Romans 2:7 CEB
Paul says it clearly in today’s text: perseverance in good works is
one of the keys to understand ourselves as favored by God. This reminds me of a
story which a friend shared with me recently and that I now share with you:
The Guaraní indigenous people tell a story
that one day there was a huge fire in the forest. All of the animals fled in
fear, for it was a terrible fire. Soon,
the jaguar saw a hummingbird passing over his head…in the opposite direction,
that is to say, heading toward the fire. He thought this very strange, but he
didn’t want to stop him. In no time he saw him pass by again, this time in the other
direction. He observed the bird come and
go multiple times, until he finally decided to ask the little bird because his
behavior seemed bizarre.
“What are you doing, hummingbird?” he asked.
“I am going to the lake”, responded the bird, “I drink water with
my beak and throw it on the fire to put out the blaze.”
The jaguar smiled. “Are you crazy?” he said. “Do you think you will
be able to put out the fire with only your little beak?”
“Well,” the hummingbird
responded, “I do my part…” And after
saying this, he headed for more water from the lake.
This story encourages us to also do our
part amid life’s challenges. Many voices and gestures will induce us to give up,
or to do nothing, but the Scripture calls us to do everything with good will to
receive glory, honor, and peace.
Prayer: Our good God, let us not rest from doing good. Give us energy to persevere to the end. Amen.
Translation: Deborah McEachran
LA HISTORIA DEL
COLIBRÍ
ROMANOS 2:5-11
… vida eterna a los
que, perseverando en bien hacer,
buscan gloria y
honra e inmortalidad.
Romanos 2:7
Como bien expresa el apóstol
Pablo en el texto que hoy leemos, ser perseverantes en buenas obras es una de
las claves para reconocernos favorecidos por Dios. Esto me recuerda una
historia que hace unos días, un amigo compartía conmigo y que hoy pongo a su
disposición: Cuentan los guaraníes que un día hubo un enorme incendio en la
selva. Todos los animales huían despavoridos, pues era un fuego
terrible. De pronto, el jaguar vio pasar sobre su cabeza al colibrí… en
dirección contraria, es decir, hacia el fuego. Le extrañó sobremanera,
pero no quiso detenerse. Al instante, lo vio pasar de nuevo, esta vez en su
misma dirección. Pudo observar este ir y venir repetidas veces, hasta que
decidió preguntar al pajarillo, pues le parecía un comportamiento harto
estrafalario:
¿Qué haces colibrí?, le preguntó.
Voy al lago -respondió el ave- tomo agua con el pico y la echo en el fuego para apagar el incendio. El jaguar se sonrió.
¿Estás loco? - le dijo. ¿Crees que vas a conseguir apagarlo con tu pequeño pico tú solo?
Bueno- respondió, el colibrí- yo hago mi parte… Y tras decir esto, se marchó a por más agua al lago.
¿Qué haces colibrí?, le preguntó.
Voy al lago -respondió el ave- tomo agua con el pico y la echo en el fuego para apagar el incendio. El jaguar se sonrió.
¿Estás loco? - le dijo. ¿Crees que vas a conseguir apagarlo con tu pequeño pico tú solo?
Bueno- respondió, el colibrí- yo hago mi parte… Y tras decir esto, se marchó a por más agua al lago.
Esta historia nos
anima a hacer también nosotros nuestra parte en medio de los retos de la vida.
Muchas serán las voces y los gestos que nos invitan a detenernos, a no hacer
nada, pero tal y como nos convoca la Escritura cada cosa que hagamos de buena
voluntad, tendrá como galardón la gloria, la honra y la paz.
Oración: Dios bueno, que
no descansemos en hacer el bien. Danos fuerzas para perseverar hasta el fin. Amén.
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