Wednesday, August 16
MORE THAN CONQUERORS
ROMANS 8:28-38
… If God is for us, who is against us?
Romans 8.31b CEB
An important
foundation for the believer who hopes with confidence in the future, is that
God is constantly working in all things for the good of those who love
him. Nothing that happens to us is outside of the sphere of
providential care of our Father: here, truly, there is a reason for
joy and a foundation for hope as solid as a rock.
Nevertheless,
we should understand the good that God has promised for those
who love him, according to God’s terms and not ours. God knows that
the greatest good for us is to know him and to enjoy his presence
forever. Therefore, to reach this final “good”, God can allow
difficulties such as poverty, illness and pain to afflict us. Our
joy will come not from knowing that we will never face these
difficulties—because surely, we will (v. 17), but from knowing that, no matter
what the difficulty, our God of love is working to make us stronger and more
faithful. Paul describes those in whom God works in this form from a
human point of view (those who love God) and from a divine point of view (those
who are called according to his purpose, v. 28).
The “call” of
God is not only the invitation to people who will embrace the Gospel, but also
the true call to people so they might have a genuine relationship with God.
Prayer: Thank
you, Lord, for the sense of security which comes from you. Place
within me the desire to carry security to others through the preaching of your
Word. Amen.
Translation: Deborah McEachran
MÁS QUE VENCEDORES
ROMANOS 8:28-38
… Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Romanos
8.31b
Un
fundamento importante para que el creyente espere con confianza el futuro, es
que Dios está obrando constantemente en todas las cosas para el bien
de los que le aman. Nada de las cosas que nos suceden está fuera de la
esfera del cuidado providencial de nuestro Padre: aquí, verdaderamente, hay un
motivo de gozo y un fundamento para la esperanza tan sólido como una roca.
Sin
embargo, debemos entender el bien que Dios ha prometido para
aquellos que le aman, según sus términos y no los nuestros. Dios sabe que el
mayor bien para nosotros es conocerlo y disfrutar de su presencia por siempre.
Por lo tanto, para producir este “bien” final, puede permitir que nos aflijan
dificultades como la pobreza, la enfermedad y el dolor. Nuestro gozo provendrá
no de saber que nunca enfrentaremos esas dificultades —porque seguramente las
enfrentaremos (v. 17) sino de saber que, no importa cuál sea la dificultad,
nuestro Dios de amor está obrando para hacernos personas más fuertes y con
mucha fe. Pablo describe a aquellos para los cuales Dios obra de esa forma
desde el punto de vista humano (los que le aman) y desde el punto de
vista divino (los que son llamados conforme a su propósito, v 28).
El
“llamado” de Dios no es solamente la invitación a que las personas abracen el
evangelio, sino su verdadera convocatoria a las personas para que tengan una
relación genuina con él.
Oración: Gracias Señor, por sentir la seguridad que viene de ti. Pon en mí
el deseo de llevar seguridad a otros mediante la predicación de tu Palabra. Amén.
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