Sunday, October 8
Celebration
of the Mission Church of Camagüey
THE LORD IS OUR
COMPASS
PSALM 23
. . .for your
name's sake lead me and guide me, . . .(NRSV)
Psalm 31:3b
Lost one day, I found myself having wandered a great
distance, perhaps not everywhere, but enough to know that I had lost my sense
of direction and that my broken compass would be of no use helping me to
return.
I cried out, “Where am I? Where am I going now?”
A voice replied to me, “You are halfway there, and you’re
going where you mean to!”
That voice had a melodious timbre and paused like a person
who had lived a lot. I asked, “Who are you?”
With great calm, he replied to me, “I am your God, who has
traveled with you and have seen your weariness and your sorrow, whom you have
reproached for not having compassion and have been listening to you through all
your journey. But since the moment has come. I will help you.”
I asked, “Will you tell me where to go or fix my broken
compass?”
He replied: “Neither the one nor the other. Rather you will
go where your heart leads, and I will help you; I will be your compass.”
I thank God that I can be at peace even though the storm may
be strong and that he will leave his footprints in the sand of my life while he
carries me in his arms.
Prayer: Thank you, Lord, for being always at our side, for being
our compass, our way, the support of our being. Amen.
Translation by
John Potter
Celebración de la ID de Camagüey
EL SEÑOR ES NUESTRA BRÚJULA
SALMO 23
Señor, guíame y protégeme; haz honor a tu nombre.
Salmo 31:3b
Perdido un día me
encontré, después de haber recorrido mucho camino, tal vez no todo, pero sí el
suficiente para saber que había perdido mi norte y que mi brújula descompuesta
no me ayudaría a regresar. Exclamé:
-¿Dónde estoy? ¿A dónde
iré ahora?
Una voz me respondió:
-¡Estás a mitad de
camino e irás a donde te lo propongas!
Aquella voz sonaba con
timbre melodioso y pausado como la de una persona que ha vivido mucho.
Pregunté:
-¿Quién eres?
Con tono muy calmado, me
respondió:
-Soy Yo, tu Dios que he
caminado junto a ti y he visto tu cansancio y tu pena, me has reprochado no
haber sido más complaciente y he venido escuchándote durante todo el camino.
Pero ya que ha llegado el momento, te ayudaré.
Le pregunté:
-¿Me dirás dónde ir o mi
brújula descompuesta arreglarás?
Él me contestó: Ni una
cosa ni la otra, sólo irás donde tu corazón te indique y yo te ayudaré, seré tu
brújula.
Le doy gracias a Dios
porque sé que puedo estar en paz, aunque la tormenta sea muy fuerte y que Él
reflejará sus huellas en la arena de mi vida llevándome en sus brazos.
Oración: Gracias Señor, por estar siempre a nuestro lado, por
ser nuestra brújula, nuestro camino, el sostén de nuestro ser. Amén
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