Tuesday,
October 31
Reformation Day (500th anniversary)
REFORM NEVER ENDS
EPHESIANS 2:4-10
For we are God’s handiwork, created in
Christ Jesus to do good works,
which God prepared in advance for us to
do. (NIV)
Ephesians 2:10
The Protestant Church considers itself as the continuation of
the covenant of Old and New Testament times. What does it mean when we call it
“Reformed?” The reformers, men such as Luther and Calvin, insisted that the
Church must return to the teachings of the New Testament, and also refused to
accept the doctrines of the Church that were not Biblical. This meant that
under their leadership it became the Church of the people, a brotherhood or
community of believers where clergy and laity had equal rights and voice,
because Christ makes no distinction.
Moreover, love and forgiveness are gifts from God, never earned by
our works. The Christian faith requires an act of faith and truth in God,
absolute dependence on Him in response to His love for us. The Bible is the
Word of God. We are also the Church of the covenant and Christ is the head of
the Church. However, we are not a new Church, we are the continuation of the
Church of the New Testament. Therefore, we are part of the ongoing reform.
May we today continue the work of reformers such as Luther,
Calvin, and so many men and women that have understood the danger of a stagnant
church. We are the reformed church, always reforming.
Prayer: Help
us, Lord, to understand the importance of the reforms in our lives and in our
communities. May our reforms always be caused and inspired by Your Spirit. Amen.
Translation by George Meek
Día de la Reforma Protestante (Aniversario 500)
LA REFORMA NUNCA TERMINA
EFESIOS 2:4-10
… él nos ha creado en Cristo
Jesús para que hagamos buenas obras, siguiendo el camino que él nos había
preparado de antemano
Efesios 2:10
La Iglesia protestante se considera como la
continuadora del pacto de los tiempos del Antiguo y Nuevo Testamento. ¿Qué
queremos decir por “Reformada”? Los reformadores, hombres como Lutero y
Calvino, insistieron para que la Iglesia retornara a las enseñanzas del Nuevo
Testamento, y también rehusaron aceptar aquellas doctrinas de la Iglesia que no
estaban de acuerdo con la Biblia. Esto significó que, bajo su orientación,
llegó a ser la Iglesia del pueblo; una fraternidad o comunidad de creyentes
donde ministros y laicos, ambos, tenían igual derecho y voz, porque Cristo no
hace distinciones.
Además, el amor y el perdón son cosas que
alcanzaremos como dádivas de Dios, nunca por nuestras obras. La fe cristiana implica un acto de fe y
verdad en Dios, absoluta dependencia de Él en
respuesta a su amor por nosotros. La Biblia es la Palabra de Dios. Somos
también la Iglesia del Pacto y Cristo es la cabeza de la Iglesia. Sin embargo,
no somos la Iglesia nueva, somos la continuación de la Iglesia del Nuevo
Testamento. Por lo tanto, somos parte de la Reforma que nunca termina.
Seamos hoy los continuadores de la obra de
reformadores como Lutero, Calvino y tantos hombres y mujeres que a través de la
historia han comprendido el peligro de una iglesia enquistada. Somos iglesia
reformada siempre reformándose.
Oración: Ayúdanos Señor, a comprender la importancia de las
reformas en nuestras vidas y en nuestras comunidades. Que nuestras reformas
siempre estén animadas e inspiradas por tu Espíritu. Amén.
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