Saturday, January 6
Epiphany of the
Lord
The Son of the Living God
Matthew 16:13-16
He said to them,
"But who do you say that I am?"
(NRSV)
Matthew 16:15
Throughout the history of the Church, the figure of Jesus
has been the most striking: “Jesus is God but at the same time truly human.”
Facing the question “Who is Jesus?” we look not only to learned formulas or the
words heard from other people but rather to the depths of our heart, and there,
surely, will be the most sincere and authentic answer. There’s no point in
saying “they say you are . . .”; rather we must take the lead.
If we don’t believe in the human Jesus who lived among the
people of his time, who felt hungry, tired, who wept, who was not exempt from
human suffering, who shared with the marginalized, who broke plans and
prejudices of his time – if we don’t feel him close, then the Incarnation of
God will not have been real.
Today, as we celebrate Epiphany, the definitive
manifestation of God in Jesus, we feel that this divine and protective presence
is real, is good news to celebrate and to share. Today’s invitation is to
follow the example of the one whom we claim to follow and to give that faith a
name: Jesus Christ.
Prayer: Thank you, God, for showing us through Jesus Christ who you
are. Thank you for caring for humanity. Be with us today and always. Amen.
Translated by John Potter
Epifanía del Señor
El Hijo del Dios
Viviente
Mateo 16:13-16
Y ustedes, ¿quién dicen que soy? les
preguntó
Mateo
16:15
A lo
largo de la historia de la Iglesia la figura de Jesús ha sido la que más ha
llamado la atención: "Jesús es Dios, pero a la vez hombre verdadero".
Ante la
pregunta ¿quién es Jesús?, no busquemos sólo en las fórmulas aprendidas, con
palabras escuchadas de la gente, sino en el fondo de nuestro corazón. Y ahí, de
seguro estará lo más sincero y auténtico. De nada sirve responder: “dicen que
eres…”, sino que tenemos que tomar la iniciativa.
Si no
creemos en un Jesús humano, que vivió entre la gente de su tiempo, que sentía
hambre, cansancio, que lloró, que no estuvo exento del sufrimiento humano, que
compartía con las personas marginadas, que rompió esquemas y prejuicios de su
época. Si no lo sentimos cercano, entonces la encarnación de Dios no habría
sido real.
Hoy, cuando celebramos la epifanía, la manifestación definitiva de Dios
en Jesús, sentimos que esta presencia divina y protectora es real, es buena
noticia para celebrar y compartir. La invitación para hoy es que podamos seguir
el ejemplo de quien nos decimos ser seguidores y seguidoras y da nombre a
nuestra fe: a Jesucristo.
Oración: Gracias Dios, por
revelarnos a través de Jesucristo quién eres. Gracias por compadecerte de la
humanidad. Acompáñanos hoy y siempre. Amén.
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