Wednesday, January 3
JOY AND
THANKSGIVING
DEUTERONOMY
16:1-17
They shall not appear before the LORD
empty-handed;
all shall give as they are able,
according to the blessing of the LORD your God
that he has given you. (NRSV)
Deuteronomy
16:16b-17
Joy
and thanksgiving, two aspects of celebration in ancient Israel that should not
be separated. Would not it also be good for us to recognize, to begin with,
that with what we are and have, God is blessing us? The more we think about it,
we discover how many are God’s blessings in our lives. And the more we feel
blessed, the more we will be moved to giving thanks. Can it be that at times
our gratitude doesn’t manage to express itself adequately as the Word of God
would summon us: to bring our gifts according to the goodness with which the
Lord has blessed us?
Whether
it is because God commands it or because we feel it spontaneously: offering,
giving, sharing, helping . . . are attitudes that express our gratitude. And at
the same time, they free us. They free us from grasping too firmly the gifts
that God gives us. And that produces joy which we ourselves feel when we are
freed from attachment to the material. It also produces joy in the community
that our contributions of gratitude serve.
It
would be good to return to the meaning of the Old Testament celebration and not
only adorn the altar with symbols of our gratitude, but to bring our offerings
of thanksgiving.
Prayer: Thank you, Lord,
for the many blessing received from you. We pray in Jesus’ name. Amen.
Translated by John Potter
ALEGRÍA Y
AGRADECIMIENTO
DEUTERONOMIO 16:1-17
Nadie deberá presentarse ante el Señor con las manos
vacías,
sino que cada uno llevará sus ofrendas conforme a los
bienes
que el Señor su Dios lo haya bendecido.
Deuteronomio 16:17
Alegría y
agradecimiento, dos aspectos de la fiesta que en el antiguo Israel no debían
separarse. ¿No nos haría bien a nosotros también reconocer, para empezar, que
con lo que somos y tenemos Dios nos está bendiciendo? Cuanto más nos ponemos a
pensar en ello, descubrimos cuántas son las bendiciones de Dios en nuestras
vidas. Y cuanto más nos sintamos bendecidos, tanto más estaremos movidos a
gratitud. ¿Será que a veces nuestra gratitud no logra expresarse adecuadamente,
que la Palabra de Dios debe convocarnos a llevar nuestras ofrendas conforme a
los bienes con los que el Señor nos haya bendecido? Sea porque Dios lo manda, o
porque lo sentimos espontáneamente: ofrendar, dar, compartir, ayudar...son
actitudes que expresan nuestra gratitud. Y a la vez nos liberan. Nos liberan de
aferrarnos demasiado a los bienes que Dios nos da. Y eso produce alegría, la
que sentimos nosotros mismos por habernos liberado del apego a lo material. Y
alegría también en la comunidad a la que sirven nuestros aportes de gratitud.
Sería bueno volver al
sentido de la celebración del Antiguo Testamento, y no solamente adornar el
altar con símbolos de nuestra gratitud, sino llevar nuestra ofrenda de
agradecimiento conforme a las bendiciones recibidas.
Oración: Gracias Señor, por tus muchas bendiciones
recibidas. Oramos en el nombre de Jesús, amén.
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