Sunday, August 12
BLESS-ABLE
DEUTERONOMY 11:1,13-15
So
if you faithfully obey the commandments I am giving you today – to love the
Lord your God and to serve him with all your heart and with all your soul –
then I will send rain on your land in its season, both autumn and spring rains,
so that you may gather in your grain,
in
all of oil. (NIV)
Deuteronomy
11:13-14
We
all want the blessings of God. We want it to rain upon our harvests, for the sun to shine on our journeys, and for
the gentle breeze to alleviate the ardor of the summer. We want security at
work and a better salary.
Although
God allows some blessings to favor all humans, there exist some clues as to how
to receive more of God’s goodness. If we desire blessings from God, we should
be “bless-able.” How then can we become “bless-able?”
We
should love God; and we will have to serve him with all our heart. Loving God
is the easy part. But the evidence of that love is manifested through our
service to him, and this is a little harder. When we love God, we serve him by
loving others. We serve him by contributing time to help others. We serve him
by offering a friendly hand to the friendless, or by saying something positive
about others.
When
we love God, and our actions evidence that love, we become “bless-able.” Then
God will shower his goodness over us in ways we could never have imagined.
Prayer: Beloved Father, I
love you. Show me ways to serve you
today. Amen.
Translation by John Walter
BENDECIBLES
DEUTERONOMIO 11:1,13-15
Si ustedes obedecen fielmente los mandamientos
que hoy les doy, y si aman al Señor su Dios y le sirven
con todo el corazón y con toda el alma, entonces él enviará la lluvia
oportuna sobre su tierra, en otoño y en primavera, para que obtengan el trigo,
el vino y el aceite.
Deuteronomio 11:13-14
Todos queremos las bendiciones de Dios. Queremos que lluevan sobre nuestras
cosechas, que el sol brille en nuestros viajes y que la suave brisa nos alivie
del ardor del verano. Queremos seguridad en el trabajo y un sueldo más alto.
Aunque Dios permite que algunas bendiciones favorezcan a todas las personas
de la raza humana, existen algunas claves para recibir más de la bondad de
Dios. Si queremos bendiciones de Dios, debemos ser “bendecibles”. ¿Cómo nos
volvemos, pues, “bendecibles”? Debemos amar a Dios. Y hemos de servirle con
todo nuestro corazón. Amar a Dios es la parte fácil. Pero la evidencia de ese
amor se manifiesta a través de nuestro servicio a Él, y esto es un poco más
difícil. Cuando amamos a Dios, le servimos amando a otros, le servimos aportando
tiempo para ayudar a otros, le servimos ofreciendo una mano de amistad al que
no tiene amigos o diciendo algo positivo sobre los demás.
Cuando amamos a Dios y nuestras acciones evidencian ese amor, nos volvemos
“bendecibles”. Entonces Dios derramará su bondad sobre nosotros de formas que
nunca hubiéramos imaginado.
Oración: Amado Padre, te amo. Muéstrame formas
de servirte hoy. Amén.
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