Saturday, April 25, 2020

April 25, Saturday Anniversary of the Luyanó Church GOD ALWAYS ANSWERS OUR PRAYER JOB 24:12


April 25, Saturday
Anniversary of the Luyanó Church
GOD ALWAYS ANSWERS OUR PRAYER
JOB 24:12

The groans of the dying rise from the city, and the souls of the wounded cry out for help. But God charges no one with wrongdoing.

Job 24:12 (NIV)

            They say that a long time ago, a man was being attacked by thugs who wanted to kill him. The trembling man hid himself in a cave, from where he could hear the bandits planning how to carry out the crime.

            Our man, who was a man of faith, fervently prayed that God would send him angels to seal the mouth of the cave, but apparently God did not hear his prayers. Suddenly he saw a tiny spider spinning his web over the mouth of the cave.

            -My God, said the man, what I need is angels to rescue me, not a stupid spider; but the tiny insect continued to weave its web; when the man was resigned to his death, he was astonished to hear the following conversation:

  Look, let’s not waste any more time on this cave, because the entrance is full of spider webs, it is certainly a long time since anybody entered it.

            God always answers prayer, but his answer is not precisely what we ask for, it is always better. The man asked for angels and God sent a spider.


Prayer: Teach us to see things from your own perspective. Help us to trust you, so we can see your most insignificant response, even a spider web. Amen.


Translation by George Meek


Abril 25, sábado
Aniversario Iglesia Luyanó
DIOS SIEMPRE ATIENDE NUESTRA ORACIÓN
JOB 24:12
Desde la ciudad gimen los moribundos, y claman las almas de los heridos de muerte, Pero Dios no atiende su oración.

Job 24:12.

            Cuentan que hace mucho tiempo, un hombre iba a ser atacado por unos malhechores que querían matarlo. El hombre temblando se escondió en una cueva, desde donde oía a los bandidos planificar la forma de llevar a cabo el crimen.

            Nuestro hombre, era un hombre de fe, oraba con fervor para que Dios le enviara ángeles que taparan la boca de la cueva, pero nada, al parecer Dios no oía sus plegarias. De repente ve a una insignificante arañita tejiendo a la entrada de la caverna.

            -Dios mío, decía el hombre, lo que necesito son ángeles para que me rescaten, no una estúpida araña; pero el pequeño animalito seguía en su faena; cuando el hombre ya estaba resignado a morir, oyó asombrado la siguiente conversación:

  Oye, no perdamos más tiempo en esta cueva, fíjate que la entrada está llena de telarañas, seguramente hace mucho tiempo que no entra nadie aquí.

            Dios siempre contesta, pero la repuesta no es exactamente igual a como la pedimos, resulta que siempre es mejor. El hombre pidió ángeles y Dios envió una araña.


Oración: Enséñanos a ver las cosas con tu propia perspectiva, permítenos tener confianza, de manera que podamos ver tu respuesta en lo más insignificante, hasta en la tela de una araña. Amén.


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