Sunday, April 5
PALM SUNDAY
MATTHEW 21:1-11
A
very large crowd spread their cloaks on the road,
and
others cut branches from the trees and spread them on the road.
Matthew 21:8 (NRSV)
We’re used to recognizing this Palm
Sunday procession when Jesus entered Jerusalem and was acclaimed by the humble
people of the city, recognizing him as the Son of David who comes in the name
of the Lord. It is what several versions have called “the triumphal entry into
Jerusalem.”
But the reality is that there were
two processions. For the Passover feast, the most important of the Jewish
religious festivals, there also came to Jerusalem, from the seaside city
Caesarea Maritima, the Roman governor with a train of imperial guard. Pontius
Pilate also made his “triumphal” entry representing imperial Rome and Caesar
just to prevent any Jewish nationalist revolt.
Faced with the Roman dominance which
enters heavily armed and riding on war horses defying the population, Jesus
deliberately chose to enter the city with a very different procession, on a
donkey. He did this to fulfill the prophecy of Zechariah: the king comes to you
meek and humble. (Zech 9:9)
Sadly, there are still a lot of
Pilates today, dominating and showing force. We need more of the meek and
humble in the world because, in the end, theirs is the victory.
Prayer: On this day, make us aware of the need to rest in You and
in Your will, challenging the powers of this world that proclaim false
victories. Amen.
Translation by John Potter
Abril 5, domingo
DOMINGO DE
RAMOS
Mateo
21:1-11
La multitud, que era muy numerosa, tendía
sus mantos en el camino, y otros cortaban ramas de los árboles...
Mt 21:8
Acostumbramos
a reconocer esta procesión del Domingo de Ramos, cuando Jesús llega a Jerusalén
y es aclamado por el pueblo humilde de la ciudad, reconociéndole como el Hijo
de David que viene en el nombre del Señor. Es lo que algunas versiones han
titulado “la entrada triunfal en Jerusalén”.
Pero
la realidad es que hubo dos procesiones. Para la fiesta de Pascua, la más
importante de las fiestas religiosas judías, llegaba también a Jerusalén,
proveniente de la ciudad marítima de Cesarea, el gobernador romano con un
séquito de su guardia imperial. Poncio Pilato hace su entrada
"triunfal" también, como representante del imperio romano, y del
César, justo para impedir cualquier revuelta nacionalista judía.
Ante
la prepotencia romana que entra desafiando a un pueblo, cabalgando sobre
corceles de guerra y fuertemente armados, Jesús escoge, deliberadamente, entrar
a la ciudad con una procesión muy diferente, sobre un burrito. Ha hecho así
cumplir la profecía de Zacarías: el rey entra a la ciudad manso y humilde.
Tristemente
hoy siguen existiendo muchos Pilatos, prepotentes y en demostración de fuerza.
Necesitamos en el mundo más mansos y humildes, porque a la postre, de ellos es
la victoria.
Oración: En este día, haznos conscientes de la necesidad de
descansar en Ti y en tu voluntad, desafiando a los poderes de este mundo que
proclaman falsas victorias. Amén
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