Monday, April 13 WAVE YOUR HANDKERCHIEFS Anniversary of the UNMPRC MATTHEW 25: 35-46

Monday, April 13

WAVE YOUR HANDKERCHIEFS

Anniversary of the UNMPRC

MATTHEW 25: 35-46

Then he will answer them,

‘Truly I tell you, just as you did not do it to one of the least of these, you did not do it to me.’

Matthew 25: 45 (NRSV)

            In today’s world, poverty, death, and discrimination almost always wear the face of a woman.  These gray women who say nothing, are foreigners in their own land, those in the neighborhood at whom no one looks, and even more than that, they are those who have no voice, or are invisible to their family. They seem very active in the church, but they watch the clock in fear of being censured by their husbands for some delay, or those whose only chance of feeling real is when they take part in the activities of the church community.

            Those are the women that we must pick up and give food and drink, have them participate in our projects, not only to make handkerchiefs and pot holders, but also to teach them to have their own voice, to not only be the servants of their children and husbands, but to help them participate in the here and now of life, because there is still time today.

Prayer: Lord, we ask you to teach us to color the handkerchiefs of these women so brightly that we may see them even from afar and not fall into the sin of omission lest whatever we do or fail to do for these women we also are doing to you. Amen.

Translation by John Potter

Abril 13,  lunes

AGITEN SUS PAÑUELOS

Aniversario de la UNMPRC

MATEO 25: 35-46

Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.

Mateo 25: 45

            En el mundo contemporáneo, la pobreza, la muerte, y la discriminación casi siempre llevan rostros de mujer. Son esas mujeres grises de quien nadie habla, son las extranjeras en su propia tierra, aquellas que nadie mira en el barrio y para colmo no se congregan, son también aquellas que no tienen voz, o las invisibles para su familia, son aquellas que parecen muy activas en la iglesia, pero miran el reloj con temor a que sus esposos las censuren por alguna demora, o aquellas que la única oportunidad que tienen de ser es cuando participan en las actividades de la comunidad eclesial.

            Esas son las mujeres que debemos recoger y darles de beber y de comer, hacerlas participar en nuestros proyectos, no solamente a confeccionar pañitos y agarraderas, también enseñarlas a tener voz propia, a no ser solamente las criadas de sus hijos y esposos sino ayudarlas a participar del aquí y del ahora de la vida, pues todavía hoy tienen tiempo.

Oración: Oh Señor te pedimos que nos enseñes a colorear los pañuelos de esas mujeres para que las veamos aun de lejos y no caer en el pecado de la omisión.  Porque lo que hagamos o dejemos de hacer por esas mujeres te lo estamos haciendo a ti también. Amén.