Sunday, April 26, 2020

April 26, Sunday Anniversary of the San Nicolás Church LORD, I WANT A MIRACLE MATTHEW 14: 30-31


April 26, Sunday
Anniversary of the San Nicolás Church
LORD I WANT A MIRACLE
MATTHEW 14: 30-31

... and beginning to sink, cried out: “Lord, save me! Jesus reached out his hand and caught him. “You of little faith,” he said, “why did you doubt?”

Matthew 14:30-31 (NIV) 

           Fear is always stalking us. We are afraid of getting sick or dying. There are always things to fear.

           Jesus’ disciples were in a boat trying to row to Bethsaida. But the wind was against them, and forced them to abandon their plan and stop in the middle of the sea.

           Our nation comes from a tradition of miracles, we have weathered unlimited scarcity, poverty, and threats. The wind is always against our country. Like Peter, we ask for proofs of God’s presence, we ask for miracles in the face of problems, but if these occur in an unexpected manner, and we can only say “that’s too good to be true,” we take our eyes off Jesus, and…we start to sink.

           But somebody always arrives with the desired bar of soap or package of coffee,  the car that stops for us on the road, or we get an appointment with a doctor in great demand, simply to show us that Jesus’ hand is rescuing us from the water.  

Prayer: Oh God, may we not take our eyes off of you, may we not be forgetful or afraid, may we always remember the times you have extended a hand to us so we don’t sink in our storms. Amen.


Translation by George Meek




Abril 26, domingo
Aniversario Iglesia San Nicolás
SEÑOR, QUIERO UN MILAGRO
MATEO 14: 30-21

... y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

Mat 14:30-31 

         El miedo siempre está al acecho, tenemos miedo de enfermar,  de morir. Siempre existen motivos para tener miedo.

         Los discípulos de Jesús, estaban en una barca tratando de remar a Betsaida. Pero se tropiezan con que el viento comienza a soplar en contra, y les hace salir de su curso y van a parar al medio del mar.

         Nuestro pueblo viene de una tradición de milagros, hemos sobrevivido a escaseces sin límites, a penurias y amenazas, nuestro pueblo ha navegado siempre con el viento en contra. Al igual que Pedro, pedimos pruebas de la presencia de Dios, pedimos milagros en medio de dificultades, pero si estas ocurren de una manera que no esperamos, ni nos damos cuenta que Dios está respondiendo a nuestras oraciones, y solo se nos ocurre decir “esto es tan bueno que no puede ser verdad”, quitamos los ojos de Jesús, y… comenzamos a hundirnos.

         Pero siempre llega alguien con el consabido jabón, el paquetico de café,  el carro que nos para en la carretera, o resolvimos un turno con ese médico al que todos quieren acudir, simplemente para demostrarnos que ahí está la mano de Jesús que se extiende hacia nosotros para sacarnos del agua.


Oración: Oh Dios, no permitas que quitemos los ojos de ti, que no seamos olvidadizos ni cobardes, para que recordemos siempre las veces que nos has extendido la mano para que no nos hundamos en nuestras tempestades. Amén.





Abril 26, domingo
Aniversario Iglesia San Nicolás
SEÑOR, QUIERO UN MILAGRO
MATEO 14: 30-21

... y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

Mat 14:30-31 

            El miedo siempre está al acecho, tenemos miedo de enfermar,  de morir. Siempre existen motivos para tener miedo.

            Los discípulos de Jesús, estaban en una barca tratando de remar a Betsaida. Pero se tropiezan con que el viento comienza a soplar en contra, y les hace salir de su curso y van a parar al medio del mar.

            Nuestro pueblo viene de una tradición de milagros, hemos sobrevivido a escaseces sin límites, a penurias y amenazas, nuestro pueblo ha navegado siempre con el viento en contra. Al igual que Pedro, pedimos pruebas de la presencia de Dios, pedimos milagros en medio de dificultades, pero si estas ocurren de una manera que no esperamos, ni nos damos cuenta que Dios está respondiendo a nuestras oraciones, y solo se nos ocurre decir “esto es tan bueno que no puede ser verdad”, quitamos los ojos de Jesús, y… comenzamos a hundirnos.

            Pero siempre llega alguien con el consabido jabón, el paquetico de café,  el carro que nos para en la carretera, o resolvimos un turno con ese médico al que todos quieren acudir, simplemente para demostrarnos que ahí está la mano de Jesús que se extiende hacia nosotros para sacarnos del agua.


Oración: Oh Dios, no permitas que quitemos los ojos de ti, que no seamos olvidadizos ni cobardes, para que recordemos siempre las veces que nos has extendido la mano para que no nos hundamos en nuestras tempestades. Amén.


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