April 26, Sunday
Anniversary
of the San Nicolás Church
LORD I WANT A
MIRACLE
MATTHEW 14: 30-31
... and beginning to sink, cried out: “Lord, save me! Jesus reached
out his hand and caught him. “You of little faith,” he said, “why did you
doubt?”
Matthew 14:30-31 (NIV)
Fear is
always stalking us. We are afraid of getting sick or dying. There are always
things to fear.
Jesus’
disciples were in a boat trying to row to Bethsaida. But the wind was against
them, and forced them to abandon their plan and stop in the middle of the sea.
Our nation
comes from a tradition of miracles, we have weathered unlimited scarcity,
poverty, and threats. The wind is always against our country. Like Peter, we
ask for proofs of God’s presence, we ask for miracles in the face of problems, but
if these occur in an unexpected manner, and we can only say “that’s too good to
be true,” we take our eyes off Jesus, and…we start to sink.
But somebody
always arrives with the desired bar of soap or package of coffee, the car that stops for us on the road, or we
get an appointment with a doctor in great demand, simply to show us that Jesus’
hand is rescuing us from the water.
Prayer: Oh God, may we not take our eyes off of you, may we not be
forgetful or afraid, may we always remember the times you have extended a hand
to us so we don’t sink in our storms. Amen.
Translation
by George Meek
Abril 26, domingo
Aniversario Iglesia San Nicolás
SEÑOR, QUIERO UN MILAGRO
MATEO 14: 30-21
... y comenzando
a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo
la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
Mat 14:30-31
El miedo siempre está al acecho, tenemos miedo de
enfermar, de morir. Siempre existen
motivos para tener miedo.
Los discípulos de Jesús, estaban en una barca tratando de
remar a Betsaida. Pero se tropiezan con que el viento comienza a soplar en
contra, y les hace salir de su curso y van a parar al medio del mar.
Nuestro pueblo viene de una tradición de milagros, hemos
sobrevivido a escaseces sin límites, a penurias y amenazas, nuestro pueblo ha
navegado siempre con el viento en contra. Al igual que Pedro, pedimos pruebas
de la presencia de Dios, pedimos milagros en medio de dificultades, pero si
estas ocurren de una manera que no esperamos, ni nos damos cuenta que Dios está
respondiendo a nuestras oraciones, y solo se nos ocurre decir “esto es tan
bueno que no puede ser verdad”, quitamos los ojos de Jesús, y… comenzamos a
hundirnos.
Pero siempre llega alguien con el consabido jabón, el
paquetico de café, el carro que nos para
en la carretera, o resolvimos un turno con ese médico al que todos quieren
acudir, simplemente para demostrarnos que ahí está la mano de Jesús que se
extiende hacia nosotros para sacarnos del agua.
Oración: Oh Dios, no permitas que quitemos los ojos de
ti, que no seamos olvidadizos ni cobardes, para que recordemos siempre las
veces que nos has extendido la mano para que no nos hundamos en nuestras
tempestades. Amén.
Abril 26, domingo
Aniversario Iglesia San Nicolás
SEÑOR, QUIERO UN MILAGRO
MATEO 14: 30-21
... y comenzando
a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo
la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
Mat 14:30-31
El miedo siempre está al acecho, tenemos miedo de
enfermar, de morir. Siempre existen
motivos para tener miedo.
Los discípulos de Jesús, estaban en una barca tratando de
remar a Betsaida. Pero se tropiezan con que el viento comienza a soplar en
contra, y les hace salir de su curso y van a parar al medio del mar.
Nuestro pueblo viene de una tradición de milagros, hemos
sobrevivido a escaseces sin límites, a penurias y amenazas, nuestro pueblo ha
navegado siempre con el viento en contra. Al igual que Pedro, pedimos pruebas
de la presencia de Dios, pedimos milagros en medio de dificultades, pero si
estas ocurren de una manera que no esperamos, ni nos damos cuenta que Dios está
respondiendo a nuestras oraciones, y solo se nos ocurre decir “esto es tan
bueno que no puede ser verdad”, quitamos los ojos de Jesús, y… comenzamos a
hundirnos.
Pero siempre llega alguien con el consabido jabón, el
paquetico de café, el carro que nos para
en la carretera, o resolvimos un turno con ese médico al que todos quieren
acudir, simplemente para demostrarnos que ahí está la mano de Jesús que se
extiende hacia nosotros para sacarnos del agua.
Oración: Oh Dios, no permitas que quitemos los ojos de
ti, que no seamos olvidadizos ni cobardes, para que recordemos siempre las
veces que nos has extendido la mano para que no nos hundamos en nuestras
tempestades. Amén.
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