Wednesday, April 8
TWO DAYS TO GO
MARK 14:1-11
Then
Judas Iscariot, who was one of the twelve,
went
to the chief priests in order to betray him to them.
Mark 14:10 (NRSV)
The Passover was celebrated on a
Friday, so these events take place on a Wednesday. Again, one story is
interrupted to make way for another. While the priests and scribes were
searching for a way to kill Jesus, but didn’t know how to do it because they
were afraid of the people, Mark gives us this beautiful moment when an unnamed
woman pours out a very costly perfume on Jesus’ head and was criticized by some
as a waste of money that could have been better used.
It is the Evangelist John who puts
this false rebuke in the mouth of Judas; his annoyance was because he was the
treasurer of the group and was stealing from the common purse for his own ends.
This self-serving and miserly conduct is what brings Judas to become a traitor
who would betray his master. He did it for the thirty pieces of silver which he
was promised for his treachery.
Sadly, human history presents
pictures like this, when one who should behave as a friend, allows himself to
be overcome by petty and low interests and leads himself so improperly, to the
point of the most unimaginable vileness. But also, amid these sad appearances
of human nature, we have sublime gestures, like those of that woman, that
cannot be erased by any filth.
Prayer:
Thank you, God, for such goodness that also exists in a world which at times
appears lost. Amen.
Translation by
John Potter
Abril 8, miércoles
FALTANDO
DOS DÍAS
MARCOS
14:1-11
Judas Iscariote, que era uno de los doce,
fue a hablar con los principales sacerdotes para entregarles a Jesús.
Mr 14:10
La
Pascua se celebraba un viernes, por lo cual estos eventos suceden el miércoles.
Nuevamente un relato es interrumpido para dar paso a otro. Mientras los
sacerdotes y los escribas estaban buscando la manera de matar a Jesús, pero sin
saber cómo hacerlo por temor al pueblo, Marcos nos presenta este otro bello
momento cuando una mujer anónima derrama un costosísimo perfume sobre la cabeza
de Jesús, que es criticado por algunos como un desperdicio de dinero que pudo
ser empleado en otras causa nobles.
El
evangelista Juan es quien pone en boca de Judas esta reprensión falsa, su
molestia estaba dada por el hecho de que fungía como tesorero del grupo y
tomaba indebidamente del fondo común para sus gastos personales. Esta conducta
egoísta y mezquina es la que hace a Judas convertirse en el traidor que
entregaría a su maestro. Lo hace por treinta piezas de plata que le prometieron
dar como precio de su traición.
Con
tristeza la historia humana presenta cuadros como este, cuando quien debería
comportarse como amigo, se deja vencer por intereses mezquinos y bajos y se
conduce tan impropiamente, al punto de la vileza más inimaginable. Pero
también, en medio de estas tristes caras de la naturaleza humana, tenemos
gestos como el de aquella mujer, sublimes, que no logran ser borrados por
inmundicia alguna.
Oración: Gracias, oh Dios, por tanta cosa buena que aún existe
en un mundo que a veces parece perdido. Amén.
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