Monday, July 20
WAIT FOR THE VICTORY IN YOUR TRIAL
PSALM
37: 1-9
But
he knows the way I will take;
when
he has tested ne I will come forth as gold. (NIV)
Job 23:10
The all-knowing Lord knows
the journey I’m on; and not only the way but my sitting and my rising up. He already
knows the thoughts of my spirit, even when I don’t. My God knows I walk before
him, that I endeavor not to stray right or left from the straight path of his
will. My Lord knows that all my steps depend on him, on his wisdom, on his
providence,
He knows, furthermore, that I’m awkward; that often, wanting
to do what’s right, I do the evil I don’t want. I’m aware that my members
betray me, and when I wish to execute justice and be fair they act as
instruments of iniquity and injustice.
The Lord tests my faithfulness, and I want to be faithful to
him in everything; and when I err, I ask his forgiveness and feel that he
forgives me. And when the sin there is within me breaks forth into the world I cry
out to the Lord, and he wipes clean all my rebellions and cleanses me of all my
wrongdoings and leaves me whiter than snow. Thus, I emerge victorious in the
trials he submits me to, because he knows my journey and knows I’m loyal and
sincere to him despite my frailty and weaknesses.
Prayer: Lord, thank you for Jesus, who cleanses us of all
sin. Thanks, because through him we can rise victorious above all the trials. Bless
us and help us to follow the way. Amen.
Translated by
John Walter
Julio 20, lunes
ESPERA LA
VICTORIA EN TU PRUEBA
SALMO 37: 1-9
Mas él conoce mi camino; me probará y
saldré como oro
Job 23:10
El
Señor, que todo lo sabe, conoce el camino por donde ando. Y no solo el camino,
sino mi sentarme y mi levantarme. Aun no estando el pensamiento en mi espíritu,
ya Él lo conoce. Mi Dios sabe que yo camino delante de Él, que me empeño en no
apartarme a diestra ni a siniestra del sendero recto de su voluntad. Mi Señor
sabe que todos mis pasos dependen de Él, de su sabiduría, de su providencia.
Él
sabe además que soy torpe, que muchas veces queriendo hacer el bien, hago el
mal que no quiero. Yo soy consciente de que mis miembros me traicionan y cuando
anhelo ejecutar la justicia y ser equitativo, ellos se prestan como
instrumentos de iniquidad e injusticia.
El
Señor prueba mi fidelidad y yo me afano por serle fiel en todo. Y cuando me
equivoco le pido perdón y siento que Él me perdona. Y cuando el pecado que hay
en mí me derriba a tierra, yo clamo al Señor y Él borra todas mis rebeliones y
me lava de todas mis maldades y me deja más blanco que la nieve. Por eso salgo
victorioso de las pruebas a que Él me somete, porque Él conoce mi camino y sabe
que le soy leal y sincero, a pesar de mis flaquezas y mis debilidades.
Oración: Señor, gracias por Jesús
que nos limpia de todo pecado. Gracias porque por Él podemos salir airosos de
todas las pruebas. Bendícenos y ayúdanos a seguir el camino. Amén.
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