Sunday, July 26; THAT NOTHING SEPARATES FROM HIS LOVE

July 26, Sunday

THAT NOTHING SEPARATES US FROM HIS LOVE

ROMANOS 8: 28-32

So what are we going to say about these things?  If God is for us, who is against us?

Romans 8:31 (CEB)

            We never walk more securely in life than when we go in the hand of God.  Paul reminds us of the Presence within us through the Holy Spirit, the beautiful promise that God encompasses all the events of our lives.

An extraordinary love exists—God’s love---and no one and nothing will separate us from this love if we remain firm in the faith, with the certainty that He is walking at our side at all times.  God is the one who has chosen us and at the same time has justified us, and Jesus Christ responds to whatever accusation that is made against us.  Today, when the night seems darkest and the pain, and injustice seem to have no end, we repeat to ourselves:  God is our protection and refuge, no damage will come to us, no danger or disaster will come to us, because in the  midst of suffering, tests or pain, Jesus Christ will fight whatever battle because his love has no limits.

The words of this hymn make us think about this love: 

Christ guides us, Christ is our master;

He will always be with us;

We are not afraid of anything,

He feeds us, and his victory will carry us.

May this promise encourage us to continue each day trusting more in the Lord who was himself delivered up for humanity.

Prayer: Lord, may we feel your presence each day so that we recognize that nothing separates us from your infinite love.  Amen.

Translated by Deborah McEachran

Julio 26, domingo 

QUE NADA NOS APARTE DE SU AMOR

ROMANOS 8: 28-32

¿Qué, pues, diremos frente a estas cosas? Si Dios es por nosotros,

¿quién contra nosotros?

Romanos 8:31

            Nunca andamos más seguros en la vida que cuando vamos de la mano de Dios, Pablo nos recuerda esa presencia en nosotros por medio del Espíritu Santo, la hermosa promesa de que Dios abarca todos los acontecimientos de nuestras vidas.

            Existe un amor extraordinario que es el de Dios, y nada ni nadie nos separará de ese amor si permanecemos firmes en la fe, con la certeza de que Él va a nuestro lado en todo momento. Dios es quien nos ha elegido y a su vez nos ha justificado, y Jesucristo responde a cualquier acusación que se haga en contra de nosotros. Hoy, cuando la noche parece más oscura y el dolor, la injusticia, parecen no tener fin, repitámonos: Dios es nuestro amparo y refugio, ningún daño podrá venirnos, ningún peligro o desastre  nos vendrá, porque en medio de los sufrimientos, pruebas, o dolor, Jesucristo peleará cualquier batalla porque su amor no tiene límites.

            La letra de este himno nos hace pensar en este amor:

Cristo nos guía, es nuestro jefe,

Él con nosotros siempre estará;

Nada temamos, Él nos alienta,

Y a la victoria nos llevará.

            Que esta promesa nos anime a seguir cada día confiando más en el Señor que  se entregó a sí mismo por la humanidad.