Sunday,
July 5
AN EASY BURDEN
MATTHEW 11:28-30
Come
to me, all you that are weary and are carrying heavy burdens, and I will give
you rest.
Matthew 11:28 (NRSV)
The use of the yoke in the tasks
that require it allows the weight of loads to be shared, making them less
uncomfortable and more bearable. We have to deal every day with ordinary
situations such as health, economy, children’s education, family, work,
commitment to the church, but these are responsibilities that we must patiently
assume with joy and wisdom.
There are conflicts that are
difficult to bear: evil people, pain, violence, injustice (to cite only a few)
that upset us so much that even the meaning of one’s life is lost and we
thereby lose faith in God. It is here where we must focus ourselves on the
words of Jesus saying, don’t be anxious, and I will give you rest. The promise is clear: nothing that afflicts
us will magically disappear. Jesus will give us new strength every day, He will
make the burdens light for me and for you.
To lighten burdens it is necessary
to act with love, humility and obedience, it is necessary to be the church that
walks together as one body, making the pains and shortcomings of others our
own, showing God’s grace. The Lord invites us to give Him our anguish, pain and
suffering, but at the same time He holds us responsible every day for the
burdens of those who cross our path in life.
Prayer: Lord, cause our burdens to be lighter every day; make us
feel secure making us rest in your mercy and love. Amen.
Translated by John Potter
Julio 5, domingo
UNA CARGA
FÁCIL
MATEO 11:28-30
Vengan a
mí, todos los que están trabajados y cargados,
y yo los
haré descansar.
Mateo 11:28
El uso del yugo en las labores que
así lo precisan permite compartir el peso de las cargas, hacerlas menos
incómodas y más llevaderas. Nos toca lidiar cada día con situaciones
cotidianas, dígase: la salud, la economía, la educación de los hijos, la familia,
el trabajo, el compromiso con la iglesia, pero son responsabilidades que debemos asumir pacientemente con gozo y
sabiduría.
Existen conflictos que resultan
difíciles de cargar: las malas, dolor, violencia, injusticia (por solo citar
algunos) que nos trastornan tanto que llega a perderse hasta el sentido de la
propia vida y por ende perder la fe en Dios. Es aquí donde nos enfocamos hacia las palabras de Jesús diciéndonos, no
te angusties yo te daré descanso. La
promesa es clara, no desaparecerá por arte
de magia nada de lo que nos aqueja, Jesús nos dará nuevas fuerzas cada día,
hará las cargas ligeras para mí y para ti.
Para aligerar cargas se hace
necesario actuar con amor, humildad y obediencia, se hace necesario ser la
iglesia que camina unida como un solo cuerpo, haciendo nuestras las penas y carencias de los otros, manifestando
la gracia de Dios. El Señor nos invita a entregarle nuestras angustias, penas y
sufrimientos, pero a su vez nos responsabiliza
cada día con las cargas de los que se cruzan con nosotros en el camino
de la vida.
Oración: Señor
haz que cada día nuestras cargas sean más ligeras, haz que nos sintamos
seguros haciéndonos descansar en tu misericordia y amor. Amén.
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