JANUARY 31, SUNDAY
CHRIST’S DISCIPLE ALWAYS TELLS THE TRUTH
Leviticus 19
You must not steal nor deceive nor lie to each other.
Leviticus 19:11 (CEB)
All people have a strong desire to be accepted, loved, spoken well of, and to keep a positive image before others. Often that carries them into dishonesty, the lack of transparency and authenticity. Other times, people lie in order to escape the consequences of the errors they have committed. Our inclination to trick others goes back to the essence of humanity.
Honesty is a fundamental quality for the solidification of our character. God gives much value to all that we tell God. For this we should learn to recognize our faults and admit our mistakes to separate ourselves from all lies.
God hates lies, because God is the Truth. Satan, to the contrary, is the father of lies. The Christian has to say the truth; and not only this, should say the truth with love. You can not truly be happy in your relationships, whether it be within the family, the couple, the place of work, or socially, if there is a distrust between the members. When we insist on saying the truth, we are being disciples of Jesus.
Prayer: Lord, allow us to always keep clearly in mind the things that you ask us not to do. Do not allow us to fall into temptation. Amen.
Translation by Deborah McEachran
Enero 31, domingo
EL DISCIPULO DE CRISTO SIEMPRE DICE LA VERDAD
Levítico 19
No roben. No mientan. No se engañen unos a otros.
Levítico 19:11
El fuerte deseo que tienen todas las personas de ser aceptadas, queridas, elogiadas; y de mantener una imagen positiva antes los otros, muchas veces las lleva a la deshonestidad, a la falta de transparencia y autenticidad. Otras veces, las personas mienten para intentar escapar de las consecuencias de los errores que cometieron. Nuestra inclinación para engañar a los otros se remonta a la esencia del hombre.
La honestidad es una cualidad fundamental para la solidificación de nuestro carácter. Dios da mucho valor a todo lo que decimos. Por ello debemos aprender a reconocer nuestras faltas y a admitir nuestros errores para alejarnos de toda mentira.
Dios odia la mentira, porque Él es la Verdad. Satanás, al contrario, es el padre de la mentira. El cristiano tiene que decir la verdad; y no solo eso, debe decir la verdad con amor. No se puede ser verdaderamente feliz cuando en nuestras relaciones, ya sean de familia, de pareja, de trabajo, o sociales, existe desconfianza entre sus miembros. Cuando insistimos en decir la verdad estamos siendo discípulos de Jesús.
Oración: Señor, permítenos mantener siempre en claro las cosas que tú nos pides no debemos hacer. No nos dejes caer en tentación. Amén.