Sunday, February 19, 2023

February 19

THE LOVE OF GOD

Luke 19:28-40

Moses said “You will know that it is the Lord when he gives you meat to eat in the evening and all the bread you want in the morning, because he has heard your grumbling against him. Who are we? You are not grumbling against us, but against the Lord.”

Exodus 16:8 (NIV)

God’s love for His people is so great that He is still ready to listen to the mumbling words of complaint. He heard the cries of slavery, but He will also not suffer His people to perish because of the inclemencies of the desert pilgimage.

The Lord heard and would promptly come with food. And the people, in that providence, recognize that He is God. It is the divine deeds in our lives that make His love known to us, and the awareness that God accompanies us and will give us confidence in the midst of trial .

On the contrary, complaining is the fruit that comes from doubt, from longing for the pots of captivity in Egypt. The price is equivalent to freedom and dignity as a creature of God. The inability to recognize God in the events of history, makes the complaint fall on the occasional instruments of God, in this case, Moses and Aaron. But in spite of our hardness, inconstancy and ingratitude, God shows his love in that in the morning and evening his care will be in view, thus making us able to recognize God’s saving arm.

 

Prayer:  Lord, help me this day to live in such a way that your name may be glorified and thus honor you. With the right hand of your great righteousness you sustain me in trouble, your promises are my support and guide, in them there is always consolation. Amen.

 

Translation by Pat Metcalf

 

Febrero 19

EL AMOR DE DIOS

Lucas 19:28-40

Por la tarde el Señor les va a dar carne para comer, y por la mañana les va  a dar pan en abundancia, pues ha oído que ustedes murmuraban contra él. Porque, ¿Quiénes somos nosotros? Ustedes no han  murmurado contra nosotros, sino contra el Señor.

Éxodo 16:8

El amor de Dios por su pueblo es tan grande, que aún se apresta a escuchar las palabras entre dientes de la murmuración. Él oyó los clamores de la esclavitud, pero no dejará que su pueblo perezca a causa de las inclemencias de la peregrinación por el desierto.

El Señor escucha, y acudiría prontamente con el alimento. Y el pueblo, en esa providencia, reconoce que Él es Dios. Son los hechos divinos en nuestras vidas los que  nos dan a conocer su amor, y la conciencia de que Dios nos acompaña y dará la confianza en medio de la prueba.

Por el contrario, la murmuración es el fruto de la turbación que viene por la duda, por añoranza de las ollas del cautiverio en Egipto. Precio equivalente a su libertad y dignidad de criatura de Dios. Y la incapacidad para reconocer a Dios en los acontecimientos de la historia, hace caer la queja sobre los ocasionales instrumentos de Dios, en este caso, Moisés y Aarón. Pero a pesar de nuestra dureza, inconstancia e ingratitud, Dios muestra su amor en que por la mañana y por la tarde sus cuidados estarán a la vista, pudiendo así reconocer el brazo salvador de Dios.

 

Oración: Señor, ayúdame en este día  a vivir de tal manera que tu nombre sea glorificado y así honrarte. Con la diestra de tu gran justicia me sustentas en la turbación, tus promesas son sostén y guía, siempre en ellas hay consolación. Amén.

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