February 1

BEING DISCIPLES

John  8: 29-31

By this everyone will know that you are my disciples, if you have love for one another

John 13: 35 (NRSV)

Perhaps most of us have been able to participate in our congregations during the wonderful experience of exchanging with sisters and brothers who visit us from other countries. In such exchanges one learns a lot about the life of other churches outside of our context and their challenges of faith, which in essence are not so dissimilar to ours.

Some people deprive themselves of contact due to questions about language differences and other concerns. However, if we can overcome this logical fear, we will find that the attempt is extremely enriching.

If I were to ask myself what was the greatest impact of these experiences, I would respond without hesitation: the love the members of the visiting delegation showed us. The acceptance and affection that is shown reciprocally can only be explained by the fact that in reality we are one family in Christ; we are not foreigners passing by, but we can behave like true brothers and sisters.

Being a disciple means abiding in the Word which has been proclaimed to us, but, much more, obeying the commanment to love one another as Christ lived us.

 

Prayer: Good and gracious God, flood your church with your grace so that it may be a perennial channel of love. Amen.

 

Translation by John Potter

 

Febrero 1

SER DISCIPULOS

Juan  8: 29-31

En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros

Juan 13: 35

Tal vez la mayoría de nosotros ha podido ser partícipe en nuestras congregaciones, de la maravillosa experiencia de intercambiar con hermanas y hermanos que nos visitan de otros países, en tales intercambios uno aprende muchísimo de la vida de otras iglesias fuera de nuestro contexto y de sus retos de fe, que en esencia no son tan disímiles a los nuestros.

Algunas personas se privan del contacto por las interrogantes acerca de la cuestión del idioma y otras diferencias. Pero si vencemos ese temor lógico, se comprueba que el intento es muy enriquecedor.

Si me preguntaran lo más impactante de estas experiencias puedo responder sin titubear: -el amor que nos demuestran los miembros de cada delegación que visita. La aceptación y el cariño que se demuestran de manera recíproca y mutua solo se explica por el hecho de que, en realidad, en Cristo somos una familia; no somos extranjeros de paso, sino que podemos comportarnos como verdaderos hermanos y hermanas.

Ser discípulo implica permanecer en la Palabra que se nos ha proclamado, pero, mucho más, obedecer en el mandato de amarnos unos a otros como Cristo nos amó.

 

Oración: Dios de bondad y misericordia, inunda con tu gracia a tu iglesia para que sea canal perenne de amor. Amén.