Friday, January 6
Epiphany of the
Lord
BY THE LIGHT OF A
STAR
MATTHEW 2:1-12
When they saw that
the star had stopped, they were overwhelmed with joy.
Matthew 2:10
A few nights ago, my six year old daughter looking at the
sky said to me, “Look, mama. There’s the star of the Wise Men. Do you see it
there?” Her discovery touched me because it made me look at the sky,
contemplate the stars, and allowed me to be surprised by the language of God
through his creation – things which with my busy life I don’t make time.
Suddenly I thought of those daily signs of God which we scarcely perceive: the
love of children, the emotion wrought by a song, the time around the table with
family or friends, the words of hope from a sick person who lifted your day. How many messages do we experience almost
routinely without realizing that they are the greatness of God made manifest in
the small and routine?
Today, on the day of the manifestation or epiphany of the Lord,
let us be joined to those wise men of the East who traveled a long way following
the light of a star. Upon accepting this invitation they found a God who was
born in the midst of death, of uncertainty and the lust for power of a wicked
king. What an enormous message of hope! Moreover, let us listen to the voice of
the little ones of the household, since they will surely reveal God made
manifest in the simple and the immense, in the routine and the special, in life
itself.
Prayer: Thank you, good and gracious God, for smiling on us from
the light of a star, from the hug of a friend, from the smile of our children,
from the beauty of life in all its fullness. Amen.
Translated by John Potter
Epifanía del
Señor
TRAS LA LUZ DE
UNA ESTRELLA
MATEO 2:1-12
Y al ver la
estrella, se regocijaron con muy grande gozo
Mateo 2:10
Hace unas cuantas noches, mi hija de seis años me dijo
mirando al cielo: mira mamá es la estrella de los sabios ¿ves allá?
Su descubrimiento me emocionó, porque me hizo mirar al cielo, contemplar las
estrellas y dejarme sorprender por el lenguaje de Dios a través de su creación.
Cosas a las que ya, con mi ajetreada vida, no les dedico tiempo. De pronto
pensé en esas manifestaciones cotidianas de Dios que apenas percibimos: el amor
de los hijos, la emoción ante un canto, el tiempo alrededor de la mesa con la
familia o los amigos, las palabras de esperanza de una persona enferma que te
levanta el día… ¿Cuántos mensajes que vivimos casi que rutinariamente, sin
darnos cuenta que es la grandeza de Dios manifestándose en lo pequeño y
cotidiano?
Hoy, en el día de la manifestación o epifanía del Señor,
dejémonos convocar por esos sabios del Oriente, que recorren un largo camino,
tras la luz de una estrella. Al aceptar esta invitación, ellos encuentran un
Dios que ha nacido en medio de la muerte, la incertidumbre y las ansias de
poder de un rey malvado. ¡Qué tremendo mensaje de esperanza! Escuchemos además
la voz de las pequeñas y pequeños de la casa, pues irremediablemente nos
descubrirán a ese Dios manifestado en lo sencillo e inmenso, en lo cotidiano y
especial, en la vida misma.
Oración: Gracias Dios bueno, porque nos sonríes desde la luz de
una estrella, desde el abrazo de una amiga, desde la sonrisa de nuestros hijos,
desde la belleza de la vida en toda su plenitud. Amén
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