Aniversario de la Iglesia en Taguasco
LA LECCIÓN DE LA MARIPOSA
SANTIAGO 1:1-11
Hermanos míos, tened por zumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia
Santiago 1:2,3
Reflexionemos sobre la siguiente historia: "Un día, en una pequeña abertura apareció una oruga; un hombre se sentó frente a ella y observaba cómo se esforzaba para hacer que su cuerpo saliera a través de aquel pequeño agujero. Llegó un momento en que pareció que la oruga, a pesar de su esfuerzo, no avanzaba nada. Entonces el hombre decidió ayudar a la oruga y agrandó el agujero. La mariposa salió sin dificultad. Pero su cuerpo estaba débil... El hombre continuó observándola esperando que en cualquier momento emprendiera el vuelo. Pero nada sucedió. La verdad es que la mariposa pasó toda la vida arrastrándose por el suelo. Fue incapaz de elevar el vuelo. Lo que el hombre, que con toda su buena voluntad quiso ayudar a la mariposa, no entendía, es que al hacer un gran esfuerzo para atravesar el pequeño agujero, los jugos vitales se iban distribuyendo y extendiendo por las partes del cuerpo que requerían fortaleza para volar. Al pasar el agujero sin ese esfuerzo, las alas no recibieron la sustancia necesaria.” A veces también nosotros necesitamos el esfuerzo y la dificultad. Si Dios nos permitiera pasar por nuestras vidas sin obstáculos, quedaríamos débiles. Nunca podríamos llegar a volar. Encontré una vez este texto que hoy también comparto con ustedes: Pedí fuerza y Dios me dio la dificultades para hacerme fuerte. Pedí sabiduría y Dios me dio problemas por resolver. Pedí prosperidad y Dios me dio inteligencia y músculos para trabajar. Pedí coraje y Dios me dio obstáculos para superar. Pedí amor y Dios me dio personas con problemas a quienes ayudar. No recibí nada de lo que pedí...pero he recibido todo lo que necesitaba
Oración: Gracias Jesús, por el trabajo que día a día haces en nosotros con el fin de que seamos mejores. Enséñanos a escucharte y obedecerte. Amén.
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