Sunday, January 1
New Year
IN THE NEW YEAR
GALATIANS 3:22-28
. . .it is no longer I who live, but it is
Christ who lives in me.
Galatians 2:20a
Today is the first day of the year, a time that is always
favorable for looking in two important directions: one goes toward the past
time that we have lived, and the other lifts the future that has not yet
occurred, that is yet to come.
As concerns the past we receive a great lesson: an
experience which is full of events and incidents and which lives in memory.
Concerning the days which have yet to come, there is always the ardent desire
to accomplish the best in life, and that life will give us the best that there
is.
However, it is true that this time of a new year in the
Christian life should not be just any time but one of deep reflection so that
as believers we may have within us the best way of thinking, the most favorable
balance, in order that we may spontaneously have a heartfelt and sincere
evolution and may leave behind what is useless and disagreeable, the lost hours
and negative acts. Let us fill our life with experiences of renewal and pardon.
But of course, considering everything,
there is the hopeful intention of making our Lord Jesus Christ the center of
life. Thus, the past and the future will hold for us the best lessons, and we
can sustain ourselves in Him so that we can wisely evaluate the past and look
toward the future with faith.
Prayer: God, our God, at the ending of one year and the beginning of
another, there is in both a word of gratitude for your blessings in the time
gone by. You have been loving and good.
Now we pray for your presence in us for everything that we have left in
this life until we arrive in your presence for eternity. Amen.
Translated by John Potter
Año Nuevo
EN EL AÑO NUEVO
GÁLATAS 3:22-28
Con Cristo estoy
juntamente crucificado
y ya no vivo yo,
mas vive Cristo en mí...
Gálatas 2:20a
Hoy es el primer día del año, momento siempre propicio para
dos miradas importantes: una que va al tiempo pasado que hemos vivido, y otra
que se eleva en el futuro que ha de venir, que está por llegar.
En lo que concierne al ayer ganamos una gran lección: la experiencia
de todo lo que fue cargado de hechos, de incidentes que viven en el recuerdo.
Sobre los días que han de venir, siempre el deseo más ferviente de lograr lo
mejor para la vida, de aspirar a que la vida nos prodigue lo mejor que pueda
existir.
Pero es lo cierto que esta época de año nuevo en la vida
cristiana no debe ser momento cualquiera, sino de honda reflexión para que como
creyentes haya en nosotros los mejores pensamientos, el balance más positivo.
Para que tengamos espontáneamente una evolución sentida y sincera, y pueda
quedar atrás lo inútil y desagradable, las horas perdidas o acciones negativas.
Llenemos nuestra vida con experiencias de renovación y perdón. Por supuesto, a
la luz de todo, hay un propósito esperanzador de hacer de nuestro Señor
Jesucristo el centro de la vida. Así, el pasado y el futuro tendrán las mejores
lecciones y podremos sustentarnos en Él, para sabiamente valorar el pasado y
esperar con fe en el futuro.
Oración: Dios nuestro, al terminar un año y comenzar el nuevo, hay
en todos una palabra de gratitud por tus bendiciones en el tiempo transcurrido.
Tú has sido amoroso y bueno. Ahora rogamos tu presencia en nosotros, por todo
lo que nos queda en esta vida, hasta lograr tu compañía por la eternidad. Amén.
No comments:
Post a Comment