Tuesday, January 17
READ
IT AND REFLECT
LUKE
18:15-17
Fathers,
do not exasperate your children;
instead,
bring them up in the training and instruction of the Lord.
Ephesians 6:4
How many of us feel in the right, giving orders
concerning our children, often without listening to their own arguments, which,
on occasion, and for their lack of experience, cease to be convincing?!
Beyond having the right, I believe we have the
duty to orient and to thus allow them to make their own decisions as sentient
beings, but without imposing our criteria upon them.
Once, while participating in a family workshop
in my community, the following reflection came into my hands - one I want to share with you today, hoping
that we alike may profit by pausing and reading it:
Your
children are not your children, they are sons and daughters of life longing for
itself. They do not come from you, rather by means of you, and although they
may be with you, they do not belong to you. You can give them your love, but
not your thoughts, because they have their own thoughts. You may clothe their
bodies, but not their souls, because they dwell in the house of tomorrow which
you may not visit, not even in your dreams. You can strive to be like them, but
never attempt to make them like you, because life does not reverse itself, nor
pause in the yesterday. Nevertheless, you are the bow from which your children,
like living arrows, are shot. May the inclination of your bowman’s hand be for
happiness. Gibran Kahlil Gibran.
Let’s analyze this for a moment and be
sincere, admitting that we often try to impose what we believe is best,
thinking that if it served us in our lives it should likewise serve our
children. Dialogue with them, council them, but don’t think you have the right
to decide for them.
Prayer:
Lord, guide us in the education of our sons and daughters. May our
instruction help and prepare them for life. Amen.
Translated by John Walter.
LEÁLO Y REFLEXIONE
LUCAS 18:15-17
Y vosotros, padres, no provoquéis la ira a vuestros hijos,
sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor
Efesios 6:4
¡Cuántos de nosotros no nos
sentimos en el derecho de dar órdenes sobre nuestros hijos, muchas veces sin
oír sus propios razonamientos, que no por falta de experiencia, dejan en ocasiones de ser ciertos! Más que derecho, creo que tenemos el
deber de orientar y dejar así que ellos tomen sus propias decisiones sin querer
imponerles nuestro criterio, pues ellos son seres con razonamiento propio. En
una ocasión, participando de un taller de familia en mi comunidad, llegó a mis
manos esta reflexión la cual quiero compartir hoy con ustedes, esperando que,
al igual que a mí, nos haga detenernos y pensar: Tus hijos no son tus hijos, son hijos
e hijas de la vida deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo, no te pertenecen. Puedes darle tu amor, pero no tus pensamientos
porque ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas
porque ellos habitan en la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños. Puedes
esforzarte en ser como ellos, mas nunca
intentes hacerlos semejantes a ti,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer. Sin embargo, tú
eres el arco del cual tus hijos como flechas vivas son lanzadas Deja que la inclinación de tu mano de arquero sea para la felicidad. (Gibran Kahlil
Gibran)
Analicemos
por un momento y seamos sinceros admitiendo que muchas veces tratamos de
imponer lo que creemos que es mejor, pensando que si en nuestra vida funciona,
en la de nuestros hijos debe ser así. Dialoguemos, aconsejemos, pero no nos creamos en el derecho de decidir por ellos.
Oración: Señor, guíanos en la educación de nuestros hijos e hijas. Que nuestra educación les ayude y
les prepare para la vida. Amén.
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