Thursday, January 19 GOD IS ONE EXODUS 4:1-5

Thursday, January 19

GOD IS ONE

EXODUS 4:1-5

Because through Him

we all have access to the Father

by the same Spirit.

Exodus 4: 3-4

As a child, my mother met the Lord in a Baptist church in the small rural town of Colón where she lived in Matanzas province. Today she is a member of the Presbyterian Reformed Church in Guanabacoa, where she feels very loved and serves on the Ministry of prayer and visitation.

My older daughter met the Lord in the Pentecostal church; and I, the person writing, am a member of the First Baptist Church of Guanabacoa, the place where I have congregated for more than ten years. I am writing this reflection to Su Voz as a gift to my mother, because I feel that, despite all those well-beaten paths to find the Lord, my family and I feel ourselves to be members of a single church, the church of Christ, where he has promised his followers the gift of his Salvation. The text is very clear: as Christians, we share the same Father who has revealed his love to us through his Son, and inspires us to build his kingdom in the unity of his Spirit.

 That’s why it hurts so deeply when I see the divisions that exist between the different denominations. I think we should be focused on the great and all-powerful God who calls us day after day to unity and service instead of looking for the marked differences between the churches of the reformed movement and other situations in the history of the church.  

Prayer:  Thank you Lord because we recognize that we’re the brothers and sisters, sons and daughters of the same Father. Work in them, Lord, who do not respect the unity to which we are called. By Christ our Lord, Amen.

Translated by John Walter

DIOS UNO ES

EXODO 4:1-5

Porque por medio de Él los unos y los otros

tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre

Éxodo 4: 3-4

Mi madre conoció al Señor de niña en una Iglesia Bautista del pueblito rural donde vivía en Colón, provincia de Matanzas. Hoy día es miembro de la Iglesia Presbiteriana-Reformada en Guanabacoa, donde se siente muy amada y sirve en el Ministerio de la oración y la visitación a enfermos de la comunidad. Mi hija mayor conoció al Señor en la Iglesia Pentecostal y yo, quien escribe, soy miembro de la Primera Iglesia Bautista de Guanabacoa, lugar en el que me congrego por más de diez años. Hago esta reflexión para la revista Su Voz como regalo a mi madre, porque siento que, a pesar de todos estos caminos trillados para llegar al Señor, mi familia y yo nos sentimos miembros de una sola Iglesia, la Iglesia de Cristo, donde Él ha prometido para sus seguidores el regalo de su Salvación. El texto es bien claro, como cristianos tenemos un mismo Padre, que nos ha revelado su amor en su Hijo y nos anima a construir su reino en la unidad de su Espíritu.

Es por eso que me duele profundamente cuando veo las divisiones que existen entre las distintas denominaciones, ya que lejos de mirar nuestras diferencias, marcadas algunas en el movimiento de la Reforma y en otras situaciones de la historia de la Iglesia, pienso que debemos estar enfocados en el Dios, grande y todopoderoso que nos llama día tras día a la unidad y al servicio.

Oración: Gracias Señor, porque reconocemos que somos hermanos y hermanas, hijos e hijas de un mismo Padre. Obra Señor, en aquellos que no respetan la unidad a las que nos llamas. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.