Friday, March 10
SAY NO TO
IMPATIENCE
HABAKKUK 3:17-19
yet I will rejoice
in the LORD; I will exult in the God of my salvation.
Habakkuk 3:18
Have you ever felt that you needed to pray for something
until God answers? There are times when we have to do just that. At other times
we simply place the problem before the Lord. We are impatient. At times we ask
ourselves, “Why doesn’t God respond quickly?” At times God responds and we
hasten to praise him, but it’s often not so. Do we praise God then? We want our
prayers to change things; we want to see lives transformed without noticing
that the work of God is a progressive and long process.
Let’s also remember how often our prayer is a capricious
whim and we refuse to accept God’s blunt reply,
Finally, look at the seasons of the year. The dream of
Winter gives way slowly to the new life of Spring, and it takes time for fruit
to sprout and mature. God sometimes works this way in the life of the people
for whom we pray. Winter is long, but Spring always comes.
Let’s not allow impatience or a lack of faith to be
obstacles in our relationship with God. Let’s dedicate much of our time to
intercessory prayer, and let’s always respond with praise, even when the
response is not what we expected.
Prayer: Lord, help me to have faith that you perform your works by
your will and in your time. Amen.
Translated
by John Potter
NO A LA
IMPACIENCIA
HABACUC 3:17-19
…me gozaré en el
Dios de mi salvación
Habacuc 3:18
¿Ha sentido alguna vez que necesita orar por algo hasta que
Dios responda? Hay veces en las que necesitamos hacerlo. En otros momentos,
simplemente ponemos el problema ante el Señor.
Somos impacientes. “¿Por qué Dios no responde pronto?”, en
ocasiones nos preguntamos. A veces Dios responde y nos apresuramos a alabarle,
pero a menudo no es así. ¿Lo alabamos en esas ocasiones? Queremos que las cosas
cambien por nuestras oraciones, queremos ver vidas transformadas, sin advertir
que la obra de Dios es progresiva, es un largo proceso.
Pensemos también cuántas veces nuestra oración es un
capricho carente de sentido y nos rehusamos a aceptar la respuesta contundente
de nuestro Dios.
En fin, observa las estaciones del año. El sueño de
invierno da paso lentamente a la nueva vida de la primavera, y se requiere
tiempo para que los frutos nazcan y maduren. Dios a veces trabaja así en la
vida de las personas por quienes oramos. El invierno es largo, pero siempre
llega la primavera.
No dejemos que la impaciencia y la falta de fe, sean
obstáculos en nuestra relación con Dios. Dediquemos gran parte de nuestro
tiempo a la oración intercesora y respondamos siempre con alabanza, aunque la
respuesta no sea la esperada.
Oración: Oh Señor, ayúdame a confiar en que haces tu trabajo según
tu voluntad y en tu tiempo. Amén.
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