Wednesday, March 22
CROSSING THE JORDAN
JOSHUA 3:10
.. This is how you
will know that the living God is among you.
Joshua 3:10.
All of us, from the
greatest to the least, have always had to cross the Jordan in our lives; be it because
of the loss of a loved one, of betrayal, of losing a person’s love, of a thorn
in the flesh that God has not removed in spite of our pleas…For these and other
Jordan River crossings, God has responded: My
grace is sufficient.
“The trials in our lives,” would say a beloved
and unforgettable pastor, Maria L. Hernández Sigler, “are
nothing more than rungs on a large ladder, and once we have climbed it, we will
reach eternal life.”
Our lives are an
eternal Jordan River, that we are daily called to cross, but that we will never
be able to achieve unless we cross it by holding on to God’s hands. When our
feet have touched the waters of a sincere and eternal repentance before Him, we
will see that our Jordan will open and we will pass through it to occupy the
place that God has promised us.
If we experience one
or several Jordan rivers, let us wet our feet and our entire bodies in that
river of living water that God has set before us, so that we can see that: …as God was in Moses, so he will also be with
us.
Let us always trust
in that spring of life that is our Lord Jesus and no matter how hard our trials
may be, let us surrender ourselves into his arms and together with Him traverse
our Jordan, with the certainty that we will safely reach the other side in good
health.
Prayer: Lord, we ask that you always help us to cross
whatever Jordan may appear in our lives. Amen.
Translation
by Elisa Menocal
CRUZAR EL JORDÁN
JOSUE 3:10
.. En esto conoceréis que el Dios
esta en medio de nosotros…
Josué 3:10.
Todos nosotros, el que mas y el que
menos, en nuestras vidas siempre hemos tenido que cruzar un Jordán; ya sea la
perdida de un ser querido, de una traición, de un desamor, de un aguijón en la
carne que Dios no nos ha querido quitar por mucho que se lo hemos pedido... Para estos y otros jordanes,
Dios nos ha respondido: bástate mi
gracia.
“Las pruebas en nuestras vidas,
diría una querida e inolvidable pastora pinera, Maria L. Hernández Sigler, no son mas que
peldaños de una larga escalera, que si la vencemos, alcanzaremos la vida
eterna”.
Nuestras vidas son un eterno
Jordán, que diariamente estamos llamados a cruzar, pero que jamás lo lograremos
sino vamos asidos de las manos de Dios. Cuando nuestros pies hayan tocado las
aguas de un sincero y eterno arrepentimiento delante de El, veremos que nuestro
Jordán se abrirá y pasaremos a ocupar el lugar que Dios nos ha prometido.
Si en nuestras vidas hay uno o
varios Jordán, mojemos nuestros pies y todo el cuerpo en ese río de agua viva
que Dios nos ha puesto por delante, para que veamos que: … como Dios estuvo
en Moisés, así también estará con nosotros
Confiemos siempre en ese manantial
de vida que es nuestro Señor Jesús y por duras que sean las pruebas,
entreguemos en sus brazos y crucemos junto con El nuestro Jordán, con la
seguridad de que llegaremos a la otra orilla sanos y salvo.
Oración: Te pedimos Señor que nos
ayude siempre a cruzar cualquier
Jordán que pueda surgir en nuestras vidas. Amén.
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