Thursday, March 16
CAN ANYONE BE HAPPY
WHEN ONE KNOWS THIS
EXISTS?
1 JOHN 3:16-17
If anyone has
material possessions
and sees a brother or
sister in need but has no pity on them,
how can the love of
God be in that person?
1 John 3:17
While visiting another country some time ago I was walking along the
streets when a poster caught my attention. On it there was a photo of a sad-looking
malnourished child dressed in rags. Below the picture it read: “Can anyone be
happy when one knows this exists?”
This question made me reflect. I felt happy
because Jesus was in my life and I accepted him as Savior. But that question
hit me like a slap in the face. It’s as though God were asking me, “How can you
say you love me if you’re insensitive to the suffering of your neighbor?”
Jesus was adamant in his summary of the
commandments: Love the Lord your God…and your neighbor as yourself. These
dimensions of love cannot be conceived separately. God invites us to question
our practices. We may attend church each Sunday and say that we have God in our
hearts. But we cannot call ourselves Christians if, by the same token, the
suffering of others both near and far is of such little importance to us.
The love of God becomes real in our signs of
compassion and in actions of solidarity toward others; love always accompanies compassion.
We must confess with our lips and act with a purposeful love that suffers with
those who cry, and that offers encouragement to the weary. Remember the understanding
of God that the Bible offers us: God is love.
Prayer: Blessed God, we pray that your love not be a
cold and banal confession for us, but that we may live and share that love from
deep within ourselves, with those who suffer in this world. Amen.
Translated by
John Walter
¿SE PUEDE
SER FELIZ
CUÁNDO SE SABE
QUE ESTO EXISTE?
1 JUAN 3:16-17
Pero el que
tiene bienes en este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra
él su corazón,
¿Cómo mora el
amor de Dios en él?
1 Juan 3:17
Hace algún tiempo de visita en
otro país, paseando por las calles, un cartel llamó mi atención. En blanco y
negro se hallaba la foto de un niño desnutrido, de mirada triste y vestido con harapos. Debajo se podía
leer: “¿Se puede ser feliz cuando se sabe que esto existe?”
Esta pregunta me hizo
reflexionar. Yo me sentía feliz porque Jesús estaba en mi vida y lo aceptaba
como Salvador. Pero la pregunta me golpeó. Es como si dios me estuviera
preguntando: ¿cómo puedes decir que me amas si eres insensible ante el dolor
del prójimo? Jesús fue categórico en su resumen de los mandamientos: Ama al
Señor tu Dios… y ama a tu prójimo como a ti mismo. Estas dimensiones del
amor no pueden ser concebidas por separado.
Dios nos invita a cuestionar nuestras prácticas. No podemos llamarnos
cristianos, aunque asistimos cada domingo a la iglesia y digamos que tenemos a
Dios en nuestro corazón, si por otro
lado nos importa poco el sufrimiento del cercano y el lejano. El amor de Dios
se concreta en nuestras muestras de compasión para con los otros y siempre que
hay compasión, hay acción solidaria. Dejemos de confesar con los labios y
actuemos con un amor comprometido, que sufre con los que lloran y ofrece
aliento al cansado. Recordemos la comprensión de Dios que nos ofrece la Biblia:
Dios es amor.
Oración:
Bendito Dios, rogamos para
que tu amor, no sea una confesión fría y banal, sino que podamos vivir y
compartir ese amor desde las entrañas con el que sufre en esta tierra. Amén.
No comments:
Post a Comment