Saturday, September 22
REACHING ETERNAL LIFE
MARK 10:17-31
Where your treasure is, there
your heart will be also.
Matthew 6:21 CEB
This passage, although well known, can seem foreign to you. Maybe you think: I’m not rich, this doesn’t fit. At times we get close to Jesus, but we are
not able to take on the commitment and the responsibility of following him,
because we are attached to many things.
Everything has its cost.
In the midst of these times in which the value of what we
possess has more potential than human values and where people are measured by
what they have and not by who they are, we are challenged by Jesus. To sell what we have is not to take away all
of our goods, it is to get rid of all that distances us from reality and feeds
our ego, creating barriers that separate us from God. It is better to look at our scale of values,
rethinking our priorities, that is where we sometimes don’t look first.
There are no formulas for reaching eternal life, instead there
are roads that are not impossible, but which demand trust in the one who makes
possible the impossible: God.
Prayer: Our God, we want so much, and we need
so little! Guide us and forgive us. Renew our hearts always, in the name of
Christ we pray. Amen.
Translation by Deborah McEachran
ALCANZAR LA VIDA ETERNA
MARCOS 10:17-31
Porque donde esté
vuestro tesoro,
allí estará también
vuestro corazón
Mateo 6:21
Es este un pasaje que, aunque conocido, puede parecerte
ajeno. Tal vez piensas: yo no soy rico, eso no va conmigo. A veces nos
acercamos a Jesús pero no estamos dispuestos a asumir el compromiso y la
responsabilidad de seguirle, porque estamos apegados a muchas cosas. Todo tiene
un costo.
En medio de estos tiempos en que el valor de lo que se
posee se potencia más que los valores humanos y donde se mide a las personas
por lo que tienen y no por lo que son, estamos retados por Jesús. Vender lo que
tenemos no es despojarnos de todos los bienes, es despojarnos de todo lo que
nos distancie de la realidad y alimente nuestro ego, creando barreras que nos
alejan de Dios. Es más bien mirar nuestra escala de valores repensando cuales
son las prioridades, es aquí donde a veces no buscamos primero.
Para alcanzar la
vida eterna no hay fórmulas, hay caminos que no son imposibles, pero que
demandan confianza en quien puede hacer posible lo imposible: Dios.
Oración: Dios nuestro,
¡queremos tanto y necesitamos tan poco! Guíanos y perdónanos. Renueva siempre
nuestro corazón, en el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén
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