Saturday, July 22
Searching for Jesus
Song of Songs 3:1-4
All night long on my bed I looked for the one my heart loves; I looked for him but did not find him. I will get up now and go about te city, through its streets and squares; ; I will search for the one my heart loves. So I looked for him but did not find him. (…) Scarcely had I passed them when if found the one my heart loves. I held him and would not let him go…
Song of Songs 3:1-2, 4 NIV
Sadness appears in our hearts when we feel the loss of something valuable: love, hope, life. Frustration comes when we have exhausted all possible alternatives and still have found nothing. But popular wisdom says, “he who seeks finds.”
The sense of searching for the one who loves us first . . . of searching for that being who loves us just as we are, is to live a beautiful and comforting faith. On many occasions the search becomes difficult, with anguish and anxieties; however, only Christians feel the sweet taste that it is worthwhile to have an encounter with the Risen Jesus, with the Jesus of the streets, of the squares and of the cities. To long for an encounter with the Jesus of complicity is to surrender everything, even to our last tear. To meet Jesus is an amazing experience! To surrender oneself to love, to life and to hope is a human act of courage and survival
Once found, do not let him go away! Rise up; surround the city! Seek! Do not let the Jesus of the Way, the Truth and the Life cease to love your soul.
Prayer: We want to find you, Jesus, in every step of our daily walk, so that the journey becomes pleasant and uplifting. We wish you to remain in our lives today, tomorrow and always, Amen.
Translation by Pat Metcalf
Sabado, 22 de Julio
Buscar a Jesús
Cantares 3:1-4
Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; lo busqué y no lo hallé. Y dije: me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; por las calles y por las plazas buscaré al que ama mi alma; lo busqué y no lo hallé. (…) Hallé luego al que ama mi alma; lo asà y no lo dejé…
Cantares 3:1-2, 4
La tristeza asoma en nuestros corazones cuando sentimos la pérdida de algo valioso: el amor, la esperanza, la vida. El sentimiento de frustración llega cuando hemos agotado todas las alternativas posibles y, aun asÃ, nada se ha encontrado. Pero dice la sabidurÃa popular que “el que busca encuentra…”
El sentido de buscar al que nos ama primero… de buscar ese ser que nos ama tal y como somos, es vivir una fe hermosa y reconfortante. En muchas ocasiones la búsqueda se torna difÃcil, con angustias y ansiedades; sin embargo, solo las cristianas y cristianos sentimos el dulce sabor que vale la pena tener un encuentro con el Jesús Resucitado; con el Jesús de las calles, de las plazas y de las ciudades. Anhelar el encuentro con el Jesús de la complicidad es entregarlo todo, incluso hasta nuestra última lágrima. ¡Hallar a Jesús es una experiencia sorprendente! A ferrarse al amor, a la vida y a la esperanza es un acto humano de valentÃa y supervivencia.
¡Una vez hallado, no permitas que se aleje! ¡Levántate; rodea la ciudad! ¡Busca! No renuncies a que el Jesús del Camino, de la Verdad y de la Vida deje de amar tu alma.
Oración: Queremos hallarte, Jesús, en cada paso de nuestro andar cotidiano, para que el camino se torne grato y edificante. Deseamos permanezcas en nuestras vidas hoy, mañana y siempre, Amén.
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