Thursday, January 2, 2025

THURSDAY, JANUARY 2

AND WHERE IS YOUR VOICE?

John 1:19-28

“I am the voice of one crying out in the wilderness, ‘Make straight the way of the Lord,’”

John 1:23 (NRSV)

We have all endured a year of challenges and trials in many countries around the world, including our own. Our work has not stopped. The church has raised its voice in the service of its communities, has made straight the way of the Lord. We, the Church of Jesus Christ, humbly but with the strength that our faith gives us, have tried to help the needy.

How can we say to someone who is hungry and lacking the most essential things, “Come to our church, hear the Gospel”? How could we have celebrated this Christmas without caring about our neighbors or those who suffer all around us? Where is our voice?

We have a desert ahead of us, without love, without peace, without nobility. Let’s raise our voice like John, like all those who work to create the Reign of God.

Prayer: God of John in the desert, God of the mercy of loaves and fishes, help your people to be  the voice that breaks hunger, pain, insecurity, and fear. Give us the faith and the will to serve. Amen.

Translation by John Potter

 

ENERO 2, JUEVES

¿Y TU VOZ  DONDE ESTA?

Juan 1:19-28

Yo soy la voz que clama en el desierto: enderezad la senda del Señor.

Juan 1:24

Todos hemos pasado un año de desafíos y pruebas en muchos países del mundo y en el nuestro también. Nuestra labor no se ha detenido. La iglesia ha alzado su voz en el servicio  a sus comunidades, ha enderezado el camino para el Señor. Juan el Bautista fue humilde y sincero al responder que no era el Mesías. Nosotros, la Iglesia de Cristo,  humildemente pero con el valor que nos da la fe, hemos intentado ayudar al necesitado.

Porque ¿Cómo decir a alguien: Ven a nuestro templo, escucha el Evangelio, con hambre o sin las cosas más imprescindibles? ¿Cómo podríamos haber celebrado esta Navidad sin importarnos nuestros vecinos o aquellos que sufren a nuestro alrededor? ¿Dónde está nuestra voz?

Tenemos un desierto por delante, sin amor, sin paz, sin nobleza. Alcemos siempre nuestra voz como Juan, como todos los que obran para construir el Reino de Dios.

Oración: Dios de Juan en el desierto, Dios de la misericordia de los panes y los peces, ayuda a tu pueblo a ser voz que rompa el hambre y el dolor, la inseguridad y el temor. Danos la fe y la voluntad de servir. Amén.

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