JANUARY 20, MONDAY

AFTER THE FACADE

Mark 2:18-22

“... but one puts new wine into fresh wineskins.”

Mark 2:22c

It is common in our midst to see public buildings or houses decaying on the exterior, when many are in deplorable state of construction, even fallen down; but this practice has been enthroned to give a “good image.” Something similar happened in the Jewish community when they were observing a fast: although it is found in the Law of Moses to practice it one day per year, it had become frequently abused as a show of religiosity even though it was not accompanied by purity and morally correct behavior.

Jesus is questioned why his disciples do not keep the fast. In his answer he argues that the fast is a sign of sadness, it does not fit with the joy that should characterize those who have come to share and to be with Him. With his illustrations he declares that he came to offer a renewed spiritual life, where love and partnership rule; a life that can not be contained within the old ways of Judaism.

We may be living today in times of renewal in the Church, where old and new forms of Christian ministry converge; but it is one thing to have a facade of religiosity and another very different thing to love the Lord and joyfully share this love with our neighbor.

Prayer: Lord of History, let us continue being a Reformed Church always being reformed. Amen.

Translation by Deborah McEachran

 

 

ENERO 20, LUNES

DETRÁS DE LA FACHADA

Marcos 2: 18-22

Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos.

Marcos 2, 22c

Es común en nuestro medio ver edificios públicos o viviendas retocados en su exterior, cuando muchos están en deplorable estado constructivo, sino derrumbados; pero esa práctica se ha entronizado para dar una “buena imagen”. Algo similar parece suceder en la sociedad judía, en cuanto a la observancia del ayuno, que si bien se recoge en la Ley de Moisés a realizarse un día al año, se había convertido en abuso frecuente como muestra de religiosidad aunque no estuvieran acompañado de pureza y rectitud.

Jesús es cuestionado porque sus discípulos no cumplen con el ayuno. En su respuesta argumenta que el ayuno, que es una señal de tristeza, no se acomodaba con el gozo que debía caracterizar a los que habían venido a compartir y estar con Él. Con sus ilustraciones declara que vino a ofrecer una vida espiritual renovada, donde prima el amor y el compañerismo; y que no se puede contener dentro de las antiguas formas del judaísmo.

Puede que hoy estemos viviendo momentos de renovación en la Iglesia, donde convergen formas viejas y nuevas del quehacer cristiano; pero una cosa es tener una fachada de religiosidad y otra bien distinta es amar al Señor y compartir con alegría ese amor con el prójimo.

Oración: Señor de la Historia, permite que podamos seguir siendo una Iglesia Reformada siempre reformándose. Amén.