Wednesday, September 9, 2020

Wednesday, September 9; WHAT WE ARE CALLED TO

 

September 9, Wednesday

WHAT WE ARE CALLED TO

 I PETER 3:8-13

Who will harm you if you are zealous for good?

I Peter 3:13 (CEB)

             In this passage we read what God has called us to do as Christians: to be of the same mind, to have compassion, to love one another, to have a good heart, to stay humble, and  not to repay evil with evil nor respond to insults with insults, but with blessing.  It seems something extremely difficult for our times, an attitude over the top and too impractical for our world today where individualism reigns, the law of the strongest, and the sense of value dependent on utilitarianism. Carrying the cross does not seem to be something showy suffering for doing good, much less; yet that is what we are called to do according to this passage.

 The drama of Covid 19 has left us surprising anecdotes of selfless sacrifice, of genuine devotion in this battle, but there are also actions that challenge this behavior, that value  individual rights over the collective, that care little for the luck or risks others run. The world that this epidemic will leave will depend to a certain extent on the lessons that we learn from it; on one hand our fragility, on the other discovering our arrogances and intending to live more according to this divine call.

  Prayer: God, enable us to live up to your call, following the example of Jesus Christ. Amen

 Translation by Pat Metcalf

 

 Septiembre 9,  miércoles

A LO QUE SOMOS LLAMADOS

I PEDRO 3:8-13

¿Y quién es aquel que les podrá hacer daño

si ustedes siguen el bien?

 

I Pedro 3:13

             En este pasaje leemos concretamente para lo que Dios nos ha llamado como cristianos: a ser de un mismo parecer, tener compasión, amarnos unos a otros, ser de buen corazón, mantener una actitud humilde, no pagar mal con mal, ni responder con insultos a los insultos, sino con bendición (vrs. 8-9). Parece algo en extremo difícil para nuestros tiempos, una actitud demasiado elevada y hasta poco práctica para el mundo de hoy, donde impera muchas veces el individualismo, la ley del más fuerte, el sentido de valor en dependencia del utilitarismo. El cargar la cruz no parece ser algo llamativo, sufrir por hacer el bien, mucho menos; y sin embargo, ha eso hemos sido llamados, según este pasaje.

             El drama de la Covid-19 nos ha dejado anécdotas sorprendentes de sacrificio desinteresado, de entrega genuina en esta batalla, pero también se observan acciones que desafían este comportamiento, que valoran el derecho individual por encima del colectivo, que poco les importa el riesgo o la suerte que otros corran. El mundo que saldrá de esta epidemia dependerá en cierta medida de las lecciones que aprendamos de ella, por un lado nuestra fragilidad, por otro, descubrir nuestras arrogancias e intentar vivir más de acuerdo a ese llamado divino.

 

Oración: Dios, capacítanos para vivir a la altura de tu llamado, siguiendo el ejemplo de Jesucristo. Amén.

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