Thursday, October 7, 2021

October 7,  Thursday

LOSSES

Matthew 6: 25-32

But we do not want to be uninformed, brothers and sisters, about those who have died, so that you may not grieve as others do who have no hope.

I Thessalonians  4:13(NRSV)

            Several years ago in an important Psychology event, it came to light that what most affected the causes of stress in Cuba was what the authors called “the loss of the loved object.” Curious, right? One would think that other pressing things would cause stress in the population such as the daily problems of material shortages of various kinds.

            Losing what you love becomes a source of stress. It may be a loved one, but it could also be something material. There are people who cling to their possessions and suffer terribly when some loss occurs to them. The truth is that as humans we get used to what we possess and losing those things generates a state of anxiety, of pain.

            During our shortages or situations of loss, we need to rest in the trust of God who provides for us, who supplies our needs. In the saddest cases, when we lose a loved one who cannot be replaced, we must continue to have faith that death is not the end, but a new stage on the path that we are invited to walk with God.

 

Prayer: In these times, and in our anguish for the beings we love and who leave us, help us to remember that you, Lord, take care of us and that our lives belong to you.

 

Translation by Pat Metcalf

 

Octubre 7,  jueves

PÉRDIDAS

Mateo 6: 25-32

Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza

I Tesalonicenses  4:13

            Hace varios años, en un evento importante de Psicología, salió a relucir como una conclusión de cierta investigación que lo que mayormente incidía en Cuba sobre las causas del estrés, era lo que los autores denominaban “la pérdida del objeto amado”. Curioso, ¿verdad?, uno pensaría que otras cosas acuciantes serían lo que más estrés provocaría a la población (como los problemas cotidianos de carencias materiales de diversa índole).

            Perder lo que uno ama se torna fuente de estrés. Puede que sea un ser amado, pero pudiera ser también algo material. Hay personas que se aferran a sus posesiones y sufren terriblemente cuando alguna pérdida les ocurre. Lo cierto es que como humanos nos acostumbramos a lo que poseemos y el perderlos genera un estado de ansiedad, de dolor.

            En medio de nuestras carencias o situaciones de pérdidas, necesitamos descansar en la confianza de que Dios es quien provee para nosotros, que suple nuestras necesidades y, en el más triste de los casos, cuando perdemos un ser querido que no puede ser remplazado, debemos seguir teniendo la fe depositada en que la muerte no es el final, sino una nueva etapa del camino que se nos invita a recorrer con Dios.

 

Oración: En medio de estos tiempos y en nuestras angustias por los seres que amamos y se nos van, ayúdanos a recordar que tú, Señor, siempre tienes cuidado de nosotros, y que nuestras vidas te pertenecen. Amén.

 

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