October 24, Sunday
Anniversary of El Buen Pastor Presbyterian Church, Union de Reyes
THE RIVER OF GOD
1 John 4:16
And let the one who is thirsty come! Let the one who wishes receive life-giving water as a gift.
Revelation 22:17b (CEB)
One morning I passed by the edge of a river that I have visited since my childhood. Seeing the water run and listening to its beautiful sound, I realized that this river had never stopped flowing, neither by day nor by night, since time immemorial. Then I remembered the passage from Psalm 65:9: The river of God, full of waters…
Brothers and sisters, this is how the grace of God is. Grace waters our lives untiringly with its inexhaustible love. The river of God never dries up, for God never stops loving us!
The water level of a river rises and falls according to the absence or abundance of rains, but God always remains faithful, God’s love never changes. Thus, whoever we are, regardless of our past, whether we are satiated or thirsty, we can drink from the river of God, believing in God’s love and allowing ourselves to be transformed by its waters. Remember that Jesus says to us, as to the Samaritan woman: the one who drinks of this water will never thirst again.
Prayer: Thank you, loving God, for your eternal river that never dries up. Help us to be aware of our thirst for you. May we calm ourselves with your lifegiving water and may our inner selves flow with rivers of living water. Amen.
Translation by Deborah McEachran
Octubre 24, domingo
Aniversario de la IPR “El Buen Pastor” (Unión de Reyes)
EL RÍO DE DIOS
1 Juan 4:16
Y el que tiene sed, venga; y el que quiera,tome del agua de la vida gratuitamente
Apocalipsis 22:17b
Una mañana paseaba al borde de un río que visitaba desde mi infancia. Viendo sus aguas correr y escuchando su agradable sonido, me di cuenta de que ese río nunca había dejado de fluir, ni de día ni de noche, desde tiempos inmemorables. Entonces recordé el pasaje del Salmo 65:9: El río de Dios, lleno de aguas…
Hermanas y hermanos, así es la gracia de Dios. Ella riega incansablemente nuestras vidas con su inagotable amor. ¡El río de Dios nunca se seca, pues Él jamás deja de amarnos!
El nivel del agua de un río aumenta o disminuye según la ausencia o abundancia de lluvias, pero Dios siempre permanece fiel, su amor nunca cambia. Por lo tanto, seamos quienes seamos, independientemente de nuestro pasado, estemos cargados o sedientos, podemos beber del río de Dios, creer en su amor y dejarnos transformar por sus aguas. Recordemos que Jesús nos dice, como a la samaritana, que quien beba de su agua no tendrá sed jamás.
Oración: Gracias Dios amoroso, por tu río eterno que nunca se seca. Ayúdanos a ser conscientes de nuestra sed de ti. Que la calmemos con tu agua vivificadora y que de nuestro interior broten siempre ríos de agua viva. Amén
No comments:
Post a Comment